En mayo nos hacíamos eco de Hyperoptic, un nuevo operador de telecomunicaciones que estaba preparándose para entrar a trabajar en la ciudad de Londres a través de su propia red de fibra óptica tendida hasta el hogar (FTTH).

Con la experiencia de haber fundado ya Be Broadband (ahora propiedad de Telefónica), Boris Ivanivoc y Dana Pressman han apostado por centrar sus esfuerzos en zonas muy concretas, donde la densidad de población sea la suficiente como para que la inversión tenga bastantes posibilidades de ser rentable.

De hecho, empiezan únicamente dando cobertura a hogares y comercios en Londres, para luego dar el salto a otras ciudades británicas a partir de 2012, ayudando al Reino Unido a avanzar en la disponibilidad de FTTH, muy atrasada todavía.

Según datos del regulador de aquél país, Ofcom, el 37% de los usuarios de la tecnología ADSL2+ alcanzan en media velocidades de unos 4 Mbps de bajada, muy lejos de lo que la tecnología de cobre idealmente puede dar, y todavía más lejos de lo que la fibra puede rendir.

Hyperoptic presenta en su catálogo tres ofertas simétricas con permanencia mínima de un año. La más básica incluye una línea de acceso a Internet de 20 Mbps por 12,50£ (14,40€) y la más potente 1 Gbps por 50£ (57,50€), dejando entre medias una conexión de 100 Mbps por 25£ (28,80€).

En todos los casos, se ha de sumar otras 12,50 libras en concepto de cuota de línea que da acceso a llamadas a fijos fuera de horario comercial y los fines de semana, y otras 40 libras en concepto de alta.

En total, estamos hablando aproximadamente de unos 28,80€ para 20 Mbps, 43,20€ por 100 Mbps y 71,90€ al mes con la conexión de 1 Gbps.

Todos los paquetes incluyen dirección IPv4 fija, dirección IPv6 y un router WiFi-n, además de paquetes de televisión por IP (IPTV), aunque éstos últimos todavía no están detallados.

El concepto de operador que Hyperoptic plantea es bastante interesante, ya que se trata de empresas pequeñas con aspiraciones muy concretas.

La cobertura es muy limitada, una característica que les da la posibilidad de empezar a trabajar con una inversión relativamente pequeña e ir expandiéndose poco a poco, siempre buscando grandes ciudades.

Esto quizás sea el inicio de una nueva generación de pequeños operadores locales que cuentan con tecnología punta con la que hacen frente a los grandes. Además, es precisamente su pequeño tamaño lo que les permite moverse más rápido que la competencia.

En España tenemos un ejemplo parecido en Adamo, que ofrece conexiones de fibra a ciertas zonas de Barcelona y Asturias.

 

Fuente: bandaancha