La noticia se ha dado a conocer esta madrugada mediante una carta que Steve ha enviado al consejo de dirección de la compañía. En dicha carta, el CEO empieza por decir que ha llegado el día en el que ya no puede cumplir con sus obligaciones y expectativas que exigen su puesto de trabajo.

Aunque no se haya confirmado el motivo de su renuncia, de sobra son conocidos los problemas de salud que el capo de la compañía lleva arrastrando desde el año 2004, cuando fue diagnosticado con un cáncer pancreático. Precisamente esta patología apenas ofrece esperanza de vida alguna, aún así se pudo extirpar el tumor que amenazaba su cuerpo. Desde entonces, su aspecto cada vez más delgado y sus inesperadas ausencias en presentaciones y eventos levantaban todo tipo de preguntas y dudas sobre sus condiciones de salud. Cinco años después se sometió a un transplante de hígado para posteriormente incorporarse a la rutinaria habitual de Cupertino. La última noticia llegaba a principios de año, cuando Steve Jobs se apartaba temporalmente de sus labores dejando a su mano derecha Tim Cook al cargo por segunda vez.

Esta aparente temporalidad en su ausencia se ha convertido en permanente. Su renuncia al puesto de CEO llega con una petición de mantenerse como director del consejo de administración de Apple y, por supuesto, seguir siendo empleado.

Steve Jobs dimite como CEO de Apple ¿Será un problema?

¿Qué consecuencias puede traer esto?

Con efecto casi inmediato, la responsabilidad queda cedida de manera permanente a Cook. Jobs seguirá en el consejo de administración de la compañía y estará involucrado en el desarrollo y gestión de la misma hasta nueva orden.

Los mercados afrontan la noticia con ligeras bajadas en la cotización de la compañía, y es que es difícil imaginarse a Apple sin Jobs. La manzana está tan íntimamente ligada a su figura que muchos se plantean si es viable repetir los mismos resultados y éxitos sin su mandato. Su fijación en detalles, perfeccionismo y cuidado al diseño son solo algunas de sus facetas que ha impregnado en la marca.

Si nos fijamos en los últimos años, teóricamente sí es posible un Apple sin Steve Jobs. Lleva siete años sufriendo estos problemas de salud, siete años en los que Apple se ha colocado como una de las marcas con mayor valor del mundo. En estos siete años, ha cedido el testigo a Cook en dos ocasiones y no ha tenido consecuencias negativas.

¿Por qué ahora?

Si de salud se trata, evidentemente no se puede elegir. Sin embargo, el momento de partida en realidad no se podría haber escogido mejor. La situación de Apple ahora mismo a nivel bursátil le permite afirmar que, por ejemplo, vale más que varios bancos de la eurozona juntos. El iPhone 4 goza de una grandísima aceptación y reporta enormes beneficios a la compañía. Estamos a las puertas de la llegada del iPhone 5, iOS5 y, probablemente, nuevos productos relacionados con la gama iPod en septiembre, y todos llevan su influencia y firma. Quien sabe, quizá el iPhone 6, futuras versiones de iOS y la esperada renovación de MacBooks Pro / Air ya hayan sido ideados y dibujados bajo supervisión de Jobs, con lo cual aún quedan meses (o unos pocos años) de continuidad de su legado (sin olvidar que seguirá formando parte del consejo).

Steve Jobs, alabado y detestado por muchos, protagoniza una vez más los titulares de casi todas las publicaciones mundiales. Esta vez es por motivos que nadie desea. Siendo fanático o contrario a sus productos o filosofía, no se puede negar que Apple lidera desde hace unos años una revolución. Tal y como ha movido las fichas en el tablero ha provocado que otros tengan que sacar lo mejor de sí mismos, tanto en telefonía móvil, como en música (reproductores y tiendas online), tabletas y ordenadores. Si no se le reconoce sus éxitos, que al menos se reconozca que ha hecho temblar cimientos y ha generado competencia que siempre ha beneficiado al consumidor. El Apple que conocemos hoy es fruto de su creación, su posterior despido y situación de quiebra, y el resurgimiento. Steve pudo sortear y sacar lo mejor de cada una de estas situaciones difíciles; una lástima que no pueda sortear un último obstáculo en su frágil salud.

 

Fuente: adslzone