La causa, originada por la vinculación de Internet Explorer a Windows, fue iniciada por Opera en el 2007 y a principios de febrero la Fundación Mozilla se unió a la misma.

Al solicitar su inclusión como parte implicada, Google podrá intervenir directamente en las discusiones acerca de las posibles medidas correctoras que la Unión Europea podría imponer a Microsoft.

El próximo Windows no lo va a tener nada fácil...

Vía El Blog de Enrique Dans.

Artículo publicado por The Wall Street Journal.