Para la CMT, esta medida no sólo sirve para ahorrar, sino que es totalmente legal y ninguna operadora puede actuar en contra de esa determinación de los usuarios. Ni siquiera es necesario que el cliente solicite permiso al operador. Eso sí, hay tres condiciones que deben cumplirse para que la normativa lo permita:

Que el WiFi no esté abierto al público general, con lo que no tener un número masivo de usuarios conectados.

Los vecinos no tengan ánimo de lucro con la conexión y entre todos se paguen los costos de acceso.

Que no sea la comunidad la que venda el ADSL ni brinde servicio de atención al cliente.

Con estas tres sencillas normas a seguir, podemos llegar a acuerdos con la comunidad donde vivamos y comenzar a compartir el acceso al WiFi, lo que nos permitirá a todos ahorrar un buen dinero mes a mes.

Al mismo tiempo, la CMT argumentó que los comercios también pueden ofrecer este servicio sin tener que inscribirse como operadores, aunque siempre bajo la estricta norma de que ésta no sea su actividad principal.

De todos modos, hay algo que debemos de tener en cuenta y es que algunas operadoras prohíben hacerlo aunque ¿tienen más poder que la CMT? En todo caso, lo ideal es buscar un operador que nos lo permita pero de todos modos, tranquilos, pues si hay algo difícil que consigan es pillarnos, pues nadie podrá comprobar quiénes son las personas que se están conectando pues perfectamente pueden ser los ordenadores de un mismo hogar.

 

Fuente: adslayuda