Antecedentes

Hace unos meses intenté convencer a una operadora de Movistar para que dejara constancia de mi deseo de dejar de ser molestado por llamadas comerciales e incluso que eliminaran mis datos personales de su base de datos.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando se negó a hacerlo debido a que no tenía "privilegios" para hacer lo que le pedía y se negó a pasarme a un supervisor o persona superior a ella porque supuestamente ella lo era (típica excusa para no hacerlo).

La solución que me dio fue que me diera de alta en la "Lista Robinson" para indicar mi deseo de no ser molestado por diferentes medios (correspondencia postal, electrónica e incluso números de teléfono fijos y móviles).

Todo pintaba muy bonito y, aunque realmente he dejado de recibir llamadas comerciales al móvil y al fijo, no ha funcionado nada bien con el tema del correo electrónico.

Preparándolo todo

¿Cómo sé que no funciona la Lista Robinson con el correo electrónico? La respuesta es sencilla: les tendí una trampa.

  1. Me creé una dirección de correo "ficticia" no asociada a ningún buzón de correo real, sino una redirección con comodines (para evitar poner la dirección de email completa) a otro email para evitar que quedara constancia del usuario en el servidor o en el cliente de correo electrónico.
  2. Creé un perfil de un único uso en Firefox (lo eliminé tras darme de alta en la Lista Robinson) usando una Ubuntu en una máquina virtual para evitar que quedara rastro en el equipo, navegador o en cualquier otro sitio que pudiera ser usado por algún programa espía.
  3. Tras darme de alta creé una regla en el antivirus/antispam de la empresa para que los correos que empezaran por parte del comienzo de la dirección de email (no puse la dirección completa para que no quedara constancia tampoco en esa aplicación) para darle una puntuación de -100 (y así evitar que pueda ser borrada cualquier comunicación enviada a esa trampa).

Llegado a ese punto estaba completamente seguro que la existencia de esa dirección de correo electrónico existía únicamente en la base de datos de la Lista Robinson.

¿Qué ha ocurrido después?

Primera comunicación postal comercial:

El pasado día 20 de Enero de 2011 recibo publicidad de laboris.net en la cuenta de correo invitándome a registrarme en su página de venta de cosas de segunda mano (Anuntis Segundamano).

Tras enviar un email al responsable de la Lista Robinson con copia al responsable de Anuntis-Segundamano recibo la rápida contestación (durante el transcurso de esa misma tarde) de A. M. M., abogado del departamento jurídico, informándome del error "humano" que cometieron:

Apreciado Sr/Sra,

Desde Anuntis Segundamano España SL, queremos ponernos en contacto con usted para pedirle disculpas por el correo recibido esta mañana. El mismo se ha producido debido a un error humano que ha provocado que seleccionáramos su cuenta de correo electrónico cuando somos perfectamente conscientes de su negativa a la recepción de publicidad que no haya sido autorizada expresamente por usted. Así pues, queremos reiterarle nuevamente nuestras más sinceras disculpas, así como indicarle que se ha procedido a subsanar el error producido para que no se vuelva repetir en el futuro.

Quedamos a su disposición para cualquier duda o comentario.

Muy cordialmente,
........

Un mes más tarde recibo un escueto correo de I. U. (adigital) comentándome:

Estimado Sr García, Muchas gracias por informarnos de lo que comenta mas abajo para que podamos estudiar que es lo que ha podido suceder. Reciba un cordial saludo

........

No he vuelto a saber nada desde entonces de parte de Lista Robinson.

PD: Por supuesto, los correos enviados a estas personas fueron usando un remitente de uso habitual por mí y no el usado como trampa para que posteriormente no pudiera confundirse una nueva fuga de datos con el robo de algún programa espía a sus clientes de correo.

Segunda comunicación comercial:

El pasado 28 de Abril de 2011 recibo una nueva comunicación comercial. En este caso se trata de "Que ahorres [punto] com" invitándome a darme de alta en ADSL y llevarme un IPad2.

Vuelvo a redactar los correos electrónicos y, a día de hoy, no tengo noticias de los responsables de la Lista Robinson (supongo que tardarán otro mes en responderme) ni de los anunciantes.

Conclusiones

  • Darse de alta en la Lista Robinson facilita a los usuarios evitar recibir llamadas a horas intempestivas de una manera bastante efectiva. Mediante denuncia al cuerpo de delitos informáticos de la Guardia Civil es muy sencillo averiguar el origen de la empresa que llama y perseguirlos legalmente por incumplir las leyes de protección de datos.
  • Darse de alta en la Lista Robinson facilita a los spammers obtener direcciones de correo electrónico reales a las que mandar publicidad no deseada. Es muy difícil (no me gusta usar la palabra IMPOSIBLE) rastrear el origen del SPAM cuando se usan servidores de terceros que han sido atacados para inyectar aplicaciones de envío de publicidad.

¿Qué me impulsa a pensar que FACILITA el trabajo a los SPAMMERS? Muy sencillo, cualquiera puede descargarse por el módico precio de 150€ la Lista Robinson COMPLETA, con todas las direcciones de correo electrónico, números de teléfono, direcciones, etc de sus usuarios.

¿Quién puede evitar que llegue a manos de spammers esa lista y la usen para enviar SPAM? NADIE.

Queda demostrada la completa inutilidad del sistema para evitar el envío de notificaciones electrónicas no deseadas.

Mi recomendación

Podéis usar la Lista Robinson para evitar publicidad escrita en vuestras direcciones postales y números telefónicos pero: ¡¡NO INTRODUZCÁIS VUESTRO EMAIL ALLÍ!!

 

Fuente: bandaancha