Bajo la excusa "YouTube no tiene una política clara contra la piratería", el grupo formado por los citados estudios ya ha mostrado públicamente su negativa a que se licencien sus películas en el portal perteneciente a Google. El País se hace eco de la información aparecida en Time, en la que se confirma el rechazo de las compañías, en contraposición a la postura de otros gigantes del cine como Warner, Universal y Sony.

El acuerdo se cerró esta misma semana entre el portal y los estudios, y vendría a confirmar las intenciones mostradas por YouTube a comienzos de 2010. Por entonces, el portal lanzó una plataforma de alquiler de películas, YouTube Rentals, en la que se ofrecían títulos estrenados años atrás con precios que oscilan entre los 0,6 y los 13,6 euros.

YouTube ante su competencia directa

El impulso que tomará este servicio gracias a los estudios que se han unido a YouTube servirá para que la compañía pueda competir con otras plataformas similares como iTunes, Amazon o la exitosa Netflix. Esta última ha demostrado que se pueden obtener grandes beneficios ofreciendo películas online en streaming, y su modelo se basa en el pago de una cuota mensual por parte del usuario que le permite acceder a un amplio catálogo de series y películas.

La noticia se conoce después de los rumores surgidos en las últimas horas que apuntan a que Spotify también podría lanzar un servicio de cine en streaming, después de haber sido todo un éxito en su plataforma musical en Europa -pronto llegará a Estados Unidos-. Sin embargo, no deja de ser una lástima que no sean todos los estudios de Hollywood los que apuesten de verdad por expandir su modelo de negocio a la Red, ya que inevitablemente en un futuro tendrán que hacerlo pero parecen no darse cuenta de la nueva realidad creada gracias a Internet.

 

Fuente: adslzone