EEUU vs UE

Reding expuso en su conferencia el pasado octubre (compartida en su web estos días) que la mayoría de los operadores incumbentes de Europa comparten la misma historia: fueron parte de la administración pública disfrutando de un monopolio nacional para proveer de telefonía fija. Siguiendo las decisiones de la UE para abrir a la competencia el mercado de telecomunicaciones, fueron forzados a transformarse durante los años 90.

No siempre fue fácil pero en Europa no se optó por el revolucionario método de trocear una compañía a través de una ley sobre competencia. Se hizo de manera más suave, tomando más tiempo y participando en el proceso organismos reguladores nacionales que vigilan el cumplimiento de las normas europeas y armonizan sus propios mercados. En cambio, en EEUU, en 1984, se "rompió" AT&T y se crearon las compañías interurbanas nacionales así como siete compañías de Bell.

Pero siguiendo el mismo fin, existen diferencias:

  1. En EEUU han conseguido un aceptable nivel de competitividad en sus infraestructuras. Existen operadores de larga distancia y algunos locales así como poderosas compañías de cable. En cambio, en Europa la mayoría son operadores verticales y menos competitividad en la última milla salvo Bélgica, Países Bajos y Dinamarca.
  2. Siguiendo normas de la FCC (Federal Communications Commission), EEUU se caracteriza por operadores de dimensión continental lo que provocó la aparición de compañías regionales que dan servicio a través de los diversos estados. En contraste con esto, en Europa continuamos con 27 sistemas regulatorios. Las fronteras, salvo algunas fusiones y compras, siguen siendo importantes y los servicios más allá son virtualmente inexistentes.

Regulación futura

La comisaria advirtió con claridad delante de todo el sector de las telecomunicaciones que la crisis no trae vacaciones regulatorias. Que precisamente muchos operadores le han pedido eso en Bruselas y que hablar de "normas" y "Europa" les disgusta pero sólo está hecho la mitad del camino. Esas directivas futuras deben ser flexibles y potenciar la inversión. Para todo ello, pide la implicación de los ministros europeos con competencias en telecomunicaciones y de los organismos reguladores nacionales. "It is good for the European economy to have healthy incumbent operators who are able to invest in large scale projects spanning the whole territory of the EU", matizó.

 

Fuente desde: bandaancha