La ministra Sinde ha vuelto a dar la cara después de conocerse el Real Decreto que articulará la ley que ha sido bautizada con su nombre y que pretende cerrar páginas web de enlaces con la posibilidad de bloquear su acceso en España si se encuentran alojadas en el extranjero. En declaraciones recogidas en elmundo.es, la ex presidenta de la Academia de Cine ha afirmado que su norma "permitirá desarrollar de forma más rápida un mercado legal de contenidos culturales en Internet".

En opinión de la política, todo atisbo de "piratería" desaparecerá progresivamente, gracias al cierre de páginas web que nuestra Justicia ya ha declarado perfectamente legales pero que con su norma no lo serán. Sinde cree que el "recuerdo de la piratería" será el de "los primeros años en que nos habituábamos a la convivencia en Internet, que debe tener unas normas de convivencia y cuyos derechos tienen que ser compatibles para todos".

Asimismo, ha defendido que el diálogo forma parte de este proceso de censura en la Red. "A lo largo del proceso hay varios momentos de que un contenido pueda ser retirado de forma voluntaria y se archive el expediente", señaló la ministra restando gravedad a este asunto y asegurando que el reglamento que se dio a conocer ayer "es fruto del desarrollo escrupuloso de la ley". Además, dio un plazo de tres meses para que sea aprobado de forma definitiva y se inicien los procesos contra las webs presuntamente infractoras.

Sinde también tuvo palabras para la petición de la Coalición de Creadores, el grupo de presión de la industria cultural, que ha instado a la clase política a endurecer la norma, perseguir a los usuarios y contemplar la reincidencia de los infractores. En este sentido, la guionista ha afirmado que el objetivo de la ley "no es perseguir sino fomentar un mercado legal competitivo y que permita un acceso a la cultura moderno y contemporáneo".

Llama poderosamente la atención que la ministra se muestre tan confiada y segura del éxito de su ley. En otros países de la Unión Europea como Suecia o Francia, con normas que optan por perseguir al internauta, los resultados cosechados por sus leyes han sido mínimos después de muchos meses de su entrada en vigor. Para la reflexión queda que algunas alternativas de pago sí triunfan en Internet a pesar de las páginas de enlaces. Ponemos como ejemplo Netflix para películas o Spotify para música, pero no parece éste el camino elegido por el Gobierno, sino el de la amenaza y el recorte de derechos en Internet.

 

Fuente: adslzone