Según podemos leer en ADSLzone, la Liga de Fútbol Profesional mantiene la huelga prevista para el fin de semana del 2 y 3 de abril en Primera División. Es su forma de protestar ante la obligatoriedad del fútbol en abierto, argumentando que "el Gobierno no ha dado pasos significativos" que hagan pensar en un cambio de situación a estas alturas.

La decisión ya se tomó el pasado 11 de febrero, tal y como os informamos por entonces. La LFP anunció este plante como medida de presión al Gobierno para que pusiese fin al denominado "interés general" de la Ley General de Comunicación Audiovisual (7/2010) del 31 de marzo de 2010, que obliga a la retransmisión en abierto de un partido de Primera División cada jornada que en la actualidad emite La Sexta y las televisiones autonómicas los sábados a las 22.00 horas. Entre sus argumentos está que esta ley priva a los clubes de un beneficio anual de 200 millones de euros que son fundamentales para pagar sus deudas con Hacienda.

Fuentes cercanas al Ejecutivo no tardaron en responder: "No está en la agenda del Gobierno. Quedan meses para las elecciones  autonómicas y apenas un año para las generales. Menos cuando aún está vigente el presente contrato y aún resta un año más. No hay ninguna urgencia". Mas las medidas de presión se han endurecido cuando apenas días atrás la Asamblea de la LFP decidía seguir adelante con el paro. Incluso, el presidente del Osasuna, Patxi Izco aseguró que "la intención es que esto vaya a más y ni siquiera comience la próxima temporada de Liga".

Sin embargo, no existe unanimidad en la decisión de los clubes. En las últimas horas, seis equipos (Sevilla, Villarreal, Athletic, Zaragoza, Espanyol y Real Sociedad) se han desmarcado de esta intención de parar la competición y han decidido impugnar ante el Juzgado de Primera Instancia de Madrid la Asamblea de fecha 11 de febrero, en la que se acordó ir a la huelga. "Vamos a pedir horario y árbitro. Soy contrario a una huelga en una Liga tercemundista", afirmó con rotundidad el presidente del Sevilla, José María del Nido.

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, también se mostró en contra de una huelga que perjudicará a los jugadores y a los ciudadanos. "Hace un año se votó la Ley Audiovisual y ningún grupo presentó enmiendas para suprimir los partidos en abierto. No es una huelga, es un cierre empresarial. Los clubes pasan por una situación complicada, deben 694 millones de Hacienda, y todavía falta por saber los datos de la Seguridad Social. La situación no es buena, y ese es un aspecto a tener en cuenta", sentenció.

 

Fuente: adslzone