Todo el mundo ha escuchado alguna vez sobre las vicisitudes por las que pasó la famosa Ley Sinde, dentro del paquete de medidas que, bajo el título de Ley de Economía Sostenible, puso en marcha el Gobierno español en plena crisis económica, así como el final que le esperaba: su aprobación en el Congreso en febrero, y su publicación en el BOE el pasado 6 de marzo. A continuación surgió la pregunta de cuándo se aplicará, pues a su puesta en marcha deben precederle la elaboración de su propio reglamento y la constitución de la llamada Comisión de Propiedad Intelectual.

Eduardo Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, parece tener una idea de cuándo comenzará a andar su apreciada ley: después del verano. Ello supone un retraso con respecto a las expectativas de la propia ministra Ángeles González Sinde, quien en febrero veía el inicio del funcionamiento de la ley durante el periodo estival: "a lo mejor para el verano podemos empezar a aplicar los primeros casos", afirmó entonces la titular de Cultura.

El presidente de la controvertida agrupación se mostró optimista con los resultados que podría ofrecer la medida, a la que calificó como "la mejor que se podía hacer en este momento", convencido de que funcionará "razonablemente bien", aunque en sus palabras se deja adivinar una conformidad no completa con la misma, señalando que la razón de su posible éxito se obtendrá "más por el efecto disuasorio que por el punitivo", dejando a entender su posible postura a favor de un endurecimiento de las penas, de las que se obtendrían mayores beneficios económicos.

También advierte de las dificultades que se puede encontrar la aplicación efectiva de la ley, dado que "la tecnología te permite deslocalizar y reubicar en otros espacios", y de hecho, asegura que ya hay webs que han mudado sus servidores a otros países, como Marruecos, e incluso se atreve a localizar alguna de ellas en paraísos fiscales.

Aún así, desde la SGAE esperan anhelantes la entrada en funcionamiento de la ley, y ya han cuantificado el número de webs de descarga sobre las que consideran que debería caer el peso de la ley. El número ofrecido por su presidente se sitúa entre las 150 y 200 páginas que actúan, según sus palabras, "con un desprecio total a los derechos de autor". Y aquí comienza el repertorio de acusaciones contra la piratería (a la que en su momento consideró "alimaña"), que vuelve a calificar como un peligro para la industria cultural; pero esta vez incluye entre sus víctimas a la propia marca de España como país, al estimar que esta clase de páginas factura una media de diez millones de euros al año, lo que ponen en peligro "una industria de contenidos competitiva" y "una buena imagen del país", algo que "a todos nos interesa".

Por otra parte, Eduardo Bautista ha vuelto a defender el canon digital, al considerar su posible eliminación como un ataque al derecho del consumidor, ya que obligaría a "declarar ilegal la copia privada en España", lo cual sería un "sinsentido". En fin, el canon digital es necesario ya que es éste el que permite al usuario hacer copias sin peligro de actuar ilícitamente. SGAE dixit.

 

Fuente: adslzone