El servicio universal define una serie de servicios que todos los ciudadanos de un país deberían tener disponibles. En el ámbito de las telecomunicaciones, y más concretamente en España, actualmente se compone únicamente de un acceso a la red telefónica básica (por tanto, con Internet a velocidad RDSI), además de elementos secundarios como las páginas blancas o teléfonos públicos.

En España tendremos 1 Mbps garantizado...

Sin embargo, en la Ley de Economía Sostenible se define una ampliación de estos servicios básicos que repercutirán, sobre todo, en la banda ancha rural.

Tras un retraso en su implantación final, será a finales de 2011 cuando cualquier español deberá tener acceso un servicio mínimo de 1 Mbps allá donde esté geográficamente.

Pero si nos vamos unos cuantos miles de kilómetros hacia el este y nos acercamos a Corea del Sur, vemos que allí la cosa va a otro ritmo. Sin ir más lejos, normalmente es este país el que acapara los primeros puestos en los ránkings de velocidad de acceso a Internet.

...y en Corea del Sur 1 Gbps

La intención del gobierno coreano es que a finales del año 2012 cada uno de los hogares de su país tenga una línea de fibra de 1 Gbps, con los operadores como principales inversores del proyecto.

Esto implica que los surcoreanos tendrán garantizado por Ley no sólo Internet de altísima velocidad, si no que les dejará preparados para la futura oleada de nuevos servicios: televisión IP de alta definición en 3D, streaming de gran calidad, computación en la nube, y un largo etcétera.

Por el momento ya hay un proyecto piloto en marcha, en el cuál se ha dado servicio a 1 Gigabit por segundo a 1.500 usuarios, que pagan unos 30.000 wons al mes. Al cambio, 19,39€.

Resumiendo, y a pesar de que la extensión del territorio y la población de ambos países puedan no ser las mismas en España y Corea del Sur, lo que sí es cierto es que mientras aquí se nos garantizará 1 Mbps dentro de unos meses, un poco más tarde los ciudadanos del país asiático disfrutarán de una conexión mil veces mejor en velocidad, a un coste ridículo.

 

Fuente: bandaancha