Fecha: 4 de diciembre de 2009. José Luis Rodríguez Zapatero comparece en rueda de prensa tras una reunión con el presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jery Buzek. El presidente español afirmaba ante los medios "no se va a cerrar ninguna página web ni blog" horas después de la primera reunión que la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, mantuvo con representantes del Manifiesto en Defensa de los Derechos Fundamentales en Internet tras conocerse las primeras directrices de la recién aprobada Ley Sinde.

El presidente del Ejecutivo intentaba así calmar los ánimos de una ciudadanía que había respondido con rechazo al plan del Gobierno para evitar las descargas sin autorización en la Red, basado en el cierre de páginas web con enlaces. Por muy increíble que parezca a estas alturas ésa fue la primera reacción de Zapatero. Diversos medios la calificaron como una desautorización a la ministra Sinde. "Ha de prevalecer siempre la libertad de expresión", declaraba el presidente.

"La protección de la propiedad intelectual es un tema que tenemos pendiente y que hay que resolver", confirmaba Zapatero. Sin embargo, desde entonces el golpe de timón dado en las declaraciones tanto del presidente como de todo político relacionado con el Gobierno ha sido evidente. Meses más tarde, olvidadas esas declaraciones, José Luis Rodríguez Zapatero comparaba el intercambio de archivos en la Red con la piratería en los mares.

Y un año después, escondidas de la opinión pública las declaraciones que hoy os recordamos, Zapatero reconocía la necesidad en su opinión de aprobar la Ley Sinde "lo antes posible" con el fin de "garantizar la propiedad intelectual, algo que es propio de países avanzados".

El presidente socialista no ha sido el único miembro del Ejecutivo que ha cambiado su postura con el paso del tiempo. Aunque no fuese de forma tan rápida (apenas un año) como en el caso de Zapatero, otro de los hombres fuertes del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aplaudía la aprobación de la ley antidescargas españolas después de que ocho años antes criticase con dureza un proyecto similar del Partido Popular para acabar con las descargas en la Red.

En definitiva, más muestras de la poca confianza que merecen los políticos españoles, plegados a intereses ajenos a los de sus ciudadanos, y que no dudan en faltar a su palabra como evidencian las pruebas. Aunque ya no sorprende este tipo de noticias sí resulta estremecedor quitar las caretas a los gobernantes. El próximo 22 de mayo en las elecciones autonómicas y municipales los ciudadanos tienen una oportunidad de mostrar su rechazo a este tipo de clase política.

 

Fuente: adslzone