En el texto, titulado "Lo confieso: soy internauta", la actriz continúa la línea ya expuesta por otros autores y que busca el enfrentamiento con la Asociación de Internautas y otras voces destacadas de la Red que han mostrado su oposición al proyecto legislativo antidescargas propuesto desde el Gobierno.

Bardem considera incomprensible que se hable de "los internautas, en general, como difusa entelequia que se asocia con blogueros e ideólogos muy determinados". A las voces más influyentes de la Red decide denominarles "Los Gurús" y se pregunta "a quién representan tales gurús y sus asociaciones" así como si su opinión "contribuye a crear más confusión de la ya existente". Incluso, para asombro del lector llega a cuestionar "si sus posicionamientos coinciden más con los de las grandes corporaciones, incluso multinacionales, que con los de esos 25 millones de internautas que operamos en España con cierta autonomía". Curioso planteamiento si tenemos en cuenta la influencia de la industria cultural precisamente para que salga adelante la norma antidescargas.

"Solo sé, por lo que vengo leyendo, que tanto Los Gurús como "los internautas" se han sentido muy ofendidos por la Ley Sinde. Y, sin embargo, no parecen preocuparles hechos tales como que España tenga una de las altas velocidades en Internet más lenta y cara de Europa", advierte la actriz. A pesar de las "cinco o seis horas diarias" que asegura invertir en conectarse a Internet, Bardem se muestra muy alejada de la realidad en sus premisas, ya que la situación de la banda ancha fija española ha sido tanto o más criticada que la Ley Sinde desde hace mucho tiempo.

Para la actriz, "el gran drama de Internet en España es que Los Gurús actúan en nombre del pueblo para que algunas puertas -no las de sus casas- queden abiertas para que cualquiera pueda bajarse por la patilla toda la música, películas, libros y videojuegos que les demande su insaciable sentido de la curiosidad". "Llaman libertad a que determinadas páginas se lucren impunemente con el trabajo de músicos, actores, productores, escritores, guionistas, directores, compositores, diseñadores y demás profesionales implicados en el complejo proceso de elaboración de un disco, una película, una serie televisiva, una novela o un videojuego", advierte Bardem.

Un poco de cultura necesita Pilar Bardem

Nuevamente, las alternativas planteadas desde el sector de la cultura brillan por inexistentes y el problema de fondo se obvia con argumentos basados en erróneas premisas. Compartir un enlace no es robar, por mucho que duela a este sector. Así lo han dictaminado incluso los jueces, pero este concepto no parece entrar en el imaginario de artistas e industria. Ha llegado el momento de ampliar el campo de visión y alejarse de estos maniqueos discursos, porque nadie niega el derecho a "poder vivir del esfuerzo personal; es decir, del trabajo" y la Ley Sinde sí dispara contra derechos fundamentales, negando el derecho a la libertad de expresión. Que la industria cultural no haya sabido adaptarse a los nuevos tiempos que corren en un mundo totalmente reproducible no puede servir nunca para que se ponga cerco a los derechos de los ciudadanos a recibir y aportar información en la Red.

Por último, nos gustaría volver a repetir que las personas a las que Pilar Bardem llama "gurús" han ido en representación de ellos mismos, en ningún caso se ha representado a internautas o ciudadanos. Sólo pedimos que la industria cultural adapte su negocio y deje de molestar.

 

Fuente: adslzone