En un artículo publicado en El País titulado "El adversario es otro", González-Sinde ha vuelto a defender los derechos de autor y la necesidad de que salga adelante "esa ley que popularmente se conoce con el apellido de mi abuela". En su texto, la ministra hace un repaso de la propiedad intelectual tomando como punto de partida una cita contemplada en "El Quijote" de Miguel de Cervantes. A partir de ahí alude a otros autores como Beaumarchai, Immanuel Kant o Mark Twain que lucharon por la protección de los derechos de autor.

González-Sinde admite que "lo que diferencia el debate de los tiempos de Cervantes, Beaumarchais o Mèliés del de hoy es que Internet y la digitalización no son un simple salto tecnológico más, sino una descomunal mutación cultural" y que "los ciudadanos del siglo XXI tenemos la percepción no solo de que Internet es nuestro". "Pensamos que la Red es de las pocas cosas que no tienen dueño", asegura la ministra, situando en esta percepción achacada a los usuarios los comportamientos que se dan en Internet.

La ministra afirma que esto ha propiciado que en la actual situación de crispación en torno a su ley antidescargas el debate se centre en el enfrentamiento entre "gente de la cultura versus gente de la tecnología". "Mientras el héroe (los usuarios de la Red, el mítico internauta) pierde tiempo y energía con el que considera su enemigo (la gente de la cultura), el verdadero adversario está en otro lado haciéndose más y más fuerte", señala sin mencionar eso sí quién es el "verdadero adversario".

Internautas y artistas unidos para vencer al "adversario"

"Vaticino que en ellos ese falso antagonista -los de la cultura- se revelará como el aliado natural y verdadero del héroe -el anónimo y desinteresado internauta-, y juntos encontrarán las fórmulas más eficaces para hacer de la Red ese espacio autónomo de creación, libertad y democracia que ya todos sabemos que es", llega a afirmar la política socialista, quien considera que su ley servirá para lograr esta alianza ya que "no tiene por objeto ni controlar ni detener el progreso en la Red".

Asimismo, lamentó "que los Méliès de hoy fueran erradicados de la Tierra como lo fue el gran cineasta francés cuando gigantes como Edison lo llevaron a la ruina imponiendo un modelo de negocio que llevaba anejo un modelo narrativo, estético e ideológico único", advirtiendo de que "como no estemos muy atentos, eso es exactamente lo que ocurrirá con la cultura".

De nuevo, la ministra insiste con una retahíla de buenas intenciones que giran alrededor de esta norma que superpone los derechos de autor por encima de otros fundamentales, y no se cuestiona que ahí pueda radicar el error de su ley. Palabra vacías al fin y al cabo, con un halo de misterio al hablar de "verdaderos adversarios" no nombrados, quizá existentes sólo en el imaginario de la política. Más reales, eso sí, las presiones de Estados Unidos para la aprobación de "su" ley. Al respecto: no sabe / no contesta.

 

Fuente: adslzone