19-12-2010 - El movimiento de evitar la discusión parlamentaria de una de las leyes recientes más polémicas tiene su origen en una comunicación del embajador norteamericano, que en uno de esos cables hechos públicos recientemente por WikiLeaks advierte claramente de  su gobierno “quiere ver la ley pasar inalterada por su trámite parlamentario, sin debilitarse debido a las enmiendas”. Dicho y hecho: si el gobierno norteamericano no quiere discusión, aprobamos la ley en una comisión, y punto. Que ese mecanismo de competencia legislativa plena esté reservado generalmente para “proyectos de poca importancia para aliviar de trabajo al pleno, que se dedicaría a proyectos mas importantes”, es algo que no preocupa en absoluto a nuestros representantes: no en vano fue utilizado ya para aprobar la reforma laboral en pleno agosto pasado.

Estos actos son indignos de una democracia madura: una muestra de bajeza política. El gobierno decide conscientemente ignorar la voluntad y el activismo de los ciudadanos, y utiliza un sucio truco para eliminar fricciones en el proceso, para aprobar la ley por la puerta de atrás. Gracias a los cables filtrados por WikiLeaks podemos ahora comprobar fehacientemente cómo el gobierno aceptó presiones para introducir antinaturalmente la Ley Sinde en la LES, cómo la defendió a capa y espada, y cómo la aprobó de tapadillo, de puntillas: con alevosía. Ahora solo falta que la aprueben por la noche para poder así además alegar nocturnidad, como en los crímenes de las películas. Porque esto, no nos engañemos, es lo que es: un crimen contra la democracia.

 

Herramientas para que digas "no" a la 'Ley Sinde'

Fuente: Enrique Dans en Expansióninternautas