Internet móvil para toda electrónica que podamos llevar encima

La GSMA pretende ampliar el espectro de uso de estas tarjetas, y por tanto, de la tecnología móvil. Con los clientes de telefonía móvil contratando cada vez más una tarifa de datos asociada al terminal, el próximo paso es ampliar su utilización actual en tablets y portátiles, además de abrir nuevos negocios en lectores de libros electrónicos, reproductores de mp3, cámaras fotográficas o de vídeo, etcétera, con la repercusión en ingresos para los operadores que esto podría representar.

Imaginemos: hacemos unas fotografías durante un viaje que queremos compartir con nuestros amigos, y con la inclusión de Internet móvil en la cámara, podríamos subirlas a una red social desde prácticamente cualquier lugar.

Otra de las expectativas es poder desarrollar e implantar de forma generalizada nuevas formas de pago digitales (las llamadas carteras digitales, e-wallets), con un chip NFC (Near Field Communication) sobre el que ya están trabajando Apple o Google para las próximas versiones de sus terminales o sistemas operativos para teléfonos. Con esta tecnología, bastaría acercar el dispositivo a un lector para identificarnos y realizar la transacción, dejando de lado ya a las tarjetas de crédito tradicionales.

Sistema de activaciones remoto

Para este desarrollo, han creado un nuevo grupo de trabajo compuesto en su mayoría por operadores de telefonía móvil que desarrollarán la tecnología para integrar en la electrónica del dispositivo portátil la tarjeta SIM, dejando por tanto de ser extraíble. Entre estas operadoras están Telefónica, Vodafone y France Telecom, las tres grandes prestadoras de servicios de telefonía móvil del país.

La activación de las mismas se haría de forma remota tras la contratación de una tarifa con una operadora. Sin embargo, esto puede tener la contrapartida de que, por ejemplo, un reproductor de mp3 avanzado se vendiese de forma exclusiva a través de un operador móvil, ligado a un contrato de datos que en principio no interesase al cliente. Es decir, lo mismo que ocurre en muchos teléfonos, pero con más clases de dispositivos.

Otro problema que deberá ser resuelto, será el de la batería, ya que sería añadir funciones de comunicación inalámbricas a gadgets que hasta ahora han estado orientados al trabajo off-line, como puede ser el caso de las cámaras de fotos. Por lo tanto, se requerirá de tecnología con buena eficiencia energética, además de mejorar las baterías.

De todos modos, según las previsiones todavía falta por lo menos un año largo para que el trabajo de las empresas dé sus frutos y todavía más para que esta tecnología empiece a implantarse en electrónica de consumo.

 

Fuente: bandaancha