La actuación se saldó con el resultado de 25 personas detenidas (van unas mil este año), la mayoría de ellas compradores del metal robado después de que otros lo procesen eliminando el recubrimiento de plástico protector. Se estima que, a una media aproximada de 5€ el kilogramo de cobre (y subiendo) en el mercado negro, el valor de lo recuperado hubiese tenido un valor de más de medio millón de euros una vez se hubiese colocado todo.

Cataluña es donde más robos hay

Una de las empresas que más está sufriendo esto es Telefónica, que suponen 6,2 millones de euros en costes de reparación repartidos entre los más de 1.700 robos que se hicieron entre enero y agosto en todo el territorio nacional. Especial mención para Cataluña, con más 400 ataques a la infraestructura y 500 kilómetros de cable sustraídos en esta comunidad durante ese periodo.

Los ataques, que se realizan de forma totalmente organizada por bandas profesionales de esto, golpean con más dureza las infraestructuras en Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Estos problemas son más graves si cabe en las zonas aisladas, ya que en algunos casos se ha dejado a poblaciones sin poder acceder al servicio telefónico, Internet o incluso la propia telefonía móvil, pero es que además de las molestias del usuario final, también repercute negativamente en los comercios, ya que no pueden utilizar sus datáfonos para cobrar por tarjetas de crédito, y los cajeros automáticos de los bancos se vuelven inoperativos.

La prioridad es frenar los robos

Para intentar frenar esta oleada de robos que va en aumento, se están tomando algunas medidas como la instalación de sensores en las redes de Telefónica para detectar movimientos bruscos y notificarlos inmediatamente a los cuerpos de seguridad. Además, la operadora ha facilitado a los agentes de la guardia civil la cartografía completa de sus redes para detectar posibles 'puntos negros' en la vigilancia.

Por su parte, las órdenes del Ministerio de Interior hacen hincapié en controlar muy de cerca las chatarrerías y fundiciones donde el cobre pasa por unos procesos para separar el cobre del plástico y luego venderlo al extranjero.

Otras industrias como la energética está mejorando la seguridad de sus plantas de transformación y subestaciones para intentar evitar los robos, que en el caso de Endesa han supuesto más 4 millones de euros en pérdidas.

 

Fuente: bandaancha