El cobre todavía tiene vida por delante y Telefónica es uno de las compañías que parecen dispuestas a apostar por él. La inversión de la compañía presidida por César Alierta en la estadounidense Assia así lo demuestra. En concreto, el operador español ha sido uno de los que han ayudado a la ampliación de capital aportando un cuarto de los 20,8 millones de dólares recaudados en la última ronda. Otros operadores como el norteamericano AT&T o los europeos SFR (Francia) y Swisscom (Suiza), también han participado.

La estrategia a largo plazo no parece otra que dar un impulso a las empresas tecnológicas que creen posible la mejora del rendimiento del ADSL. Asimismo, el operador sigue a su lento ritmo expandiendo la fibra óptica por el territorio nacional, pero el elevado coste de la red de conexiones FTTH abre la puerta a que Telefónica también esté pendiente de otros frentes.

Pruebas de velocidad ultrarrápida sobre par de cobre

Diversos estudios han demostrado que con la actual infraestructura y nuevas tecnologías se pueden alcanzar velocidades ultrarrápidas en conexiones ADSL. El último en lograr una velocidad récord fue el fabricante chino Huawei, que alcanzó los 700 megas de velocidad con una tecnología denominada SuperMIMO, que usa cuatro pares cruzados para conseguir un caudal de descarga de hasta 700 megas en distancias de 400 metros.

Meses atrás, Alcatel-Lucent logró velocidades cercanas a los 300 megas, pero fue John Cioffi, uno de los padres de las conexiones ADSL, quien aseguró que se podría llegar a alcanzar los 1.000 megas de velocidad sin necesidad de nuevas infraestructuras de fibra óptica. Todavía es pronto para saber cuándo podría llegar a ser una realidad, pero como ha demostrado la última inversión de Telefónica, los operadores se resisten a invertir en fibra para ofrecer velocidades ultrarrápidas de acceso a Internet.

 

Fuente: adslzone