Según informa Wired.com, la empresa en cuestión, Ez Texting, demandó a la compañía telefónica por el bloqueo ilegal de los mensajes de sus clientes, tanto los enviados como los recibidos. Los demandantes aseguran que el bloqueo comenzó el pasado 10 de septiembre y aunque han pedido a T-Mobile que cese en sus acciones, éste ha continuado.

Ez Texting argumenta que el operador bloquea sus mensajes porque tiene un acuerdo con otra empresa, WeedMaps, que ofrece una información similar a la que a Ez Texting les bloquea, acerca de cómo acceder a marihuana con fines medicinales en California y otros estados. El director ejecutivo de la compañía demandante cree que es un "claro ejemplo de por qué los proveedores de telefonía móvil deberían estar obligados a tratar los mensajes de texto al igual que las llamadas: sin censura, interrupción o ser bloqueados por su contenido".

Por su parte, T-Mobile se defiende argumentando que está "en su derecho de pre-aprobar las campañas de las empresas de marketing telefónico que utilizan su red e intentar que sus contenidos se ajusten a los términos de uso adecuados". El operador asegura que así "protege a sus usuarios de envíos fraudulentos, ilegales o campañas de marketing abusivas".

El órgano regulador de las telecomunicaciones en Estados Unidos (FCC en sus siglas en inglés) no se ha decantado en este ni en otros casos parecidos. Según Wired.com, tiene pendiente resolver desde 2007 una petición de la organización "Public Knowledge" donde se le solicita que anuncie unas reglas claras acerca de si los operadores pueden prohibir el contenido con el que no estén de acuerdo.

Si bien desde T-Mobile aseguran que toman este tipo de medidas por el bien de los usuarios, los medios para conseguirlo quizá no sean los más adecuados. Dejar en manos del operador el bloqueo o no de contenidos, tanto en telefonía móvil como en banda ancha, podría acabar dándoles un poder censor respecto a qué circula por sus redes y qué no.

 

Fuente: adslzone