La nueva propuesta de Bruselas podría ser un arma de doble filo. Aunque la Comisión piense que beneficia la competencia en el mercado de la banda ancha con su decisión de obligar a los grandes operadores a compartir su red de fibra con los demás eliminando los límites de velocidad (en nuestro país Telefónica sólo está obligada a compartir hasta 30 megas), una de las opciones del operador podría ser echar el freno en inversión en fibra óptica.

Vodafone aplaudió la citada limitación para facilitar el acceso efectivo a la infraestructura por parte de los alternativos y poder "luchar" así contra la oferta de FTTH de Telefónica de 50 y 100 megas que el operador lanzó este verano a precios muy competitivos.

Pero si Telefónica ya la compañía pensaba que no está justificado un despliegue masivo de esta red -aparte de que la situación económica actual no es la más propicia-, el anuncio desde Bruselas podría colmar su afirmación. El operador presidido por César Alierta ya ha asegurado que el proveer de estas conexiones ultrarrápidas a los usuarios de España no es rentable dado que los contenidos que actualmente no existen servicios en la Red suficientes para justificar tal esfuerzo.

Nos referimos a contenidos como el vídeo en Alta Definición, -que según el operador será suficiente con su conexión de 10 Mbps como se desprende de la salida al mercado de Imagenio Videoclub-, mejora en las transferencias de archivos o jugar online sin sufrir tediosas ralentizaciones o caídas. Parece que para el operador estos hechos forman parte de un futuro no demasiado cercano. A pesar de ello, y contradictoriamente, el operador incumbente anunció tímidamente sus poco realistas intenciones de llegar a velocidades de 1 Gbps en 2015. ¿A cuántos hogares? Eso ya parece otra pregunta con difícil respuesta.

Fibra óptica para la mitad de España como mínimo en 2023

Y es que la llegada de la fibra a nuestro país sigue un paso lento y poco firme. En comparación con el resto de Europa la diferencia es alarmante, y tampoco hay que irse muy lejos para conocer realidades donde la fibra óptica permite conexiones a altísima velocidad. En la vecina Portugal encontramos dos operadores como Zon o Cabovisao que permiten acceder a la fibra a los grandes núcleos de población y que tienen intención de continuar extendiéndose. Otros países más pequeños como Lituania u Holanda son referentes que no son muy tenidos en cuenta por estos lares.

De hecho, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) es bastante realista respecto al desarrollo de las redes de fibra en nuestro territorio. Según previsiones realizadas en mayo de 2009, de aquí al año 2023 sólo el 43% de la población de nuestro país podrá acceder a conexiones ultrarrápidas. De un desarrollo a mayor nivel cercano al total de la población española es impensable hacer un cálculo.

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Fuente: adslzone