Mitnick pasó un año en la cárcel por presentar un alto nivel de peligrosidad para la nación y haber sido liberado por supuesta enfermedad de “adicción a las computadoras” prohibiéndole el acceso a tecnología durante años. En el cuarto día del evento mexicano, la ponencia de Mitnick causó revuelo entre los miles de asistentes cuando, frente a tres ordenadores, reveló las que llamó las maneras “más fáciles” de violar un sistema operativo.

Abusar de la incapacidad de la gente para decir que no ante una petición u ofrecer ayuda para cambiar la contraseña de una cuenta de correo, enviar un simple email, hacer una llamada telefónica a una empresa, enviar un mensaje de texto por móvil o un archivo adjunto por Internet aseguró que son algunas de las herramientas más eficaces para obtener información de una persona o empresa. Es decir, ingeniería social pura y dura.

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Como ejemplo de sus experiencias aplicando dichos puntos compartió con el público los que considera sus “crímenes más famosos y divertidos”: haber entrado ilegalmente a través de la línea telefónica al sistema informático de la Fuerza Aérea de Colorado, falsificar el balance general del Security Pacific Bank y apoderarse de la Digital Equipment Corporation.

Algunas de sus fechorías

También habló acerca de otras técnicas más sofisticadas, como insertar en la memoria flash o USB un virus y después dejarlo “olvidado” en un área pública para que alguna persona, a la que denomina “víctima”, lo tome por curiosidad y lo inserte a su computadora infectándola y dándole así el acceso al “criminal” para acceder absolutamente a todo el sistema computacional.

Realizó la demostración de la técnica de mandar desde su computadora un mensaje a un móvil utilizando el número de otra persona, con lo cual dijo querer ser recordado como la persona que te envía un SMS de parte de tu madre. Al cierre de la conferencia y después de casi una hora de presentarse como “un gran criminal” que vive para acechar a sus víctimas, confesó que lo que le llevó a convertirse en hacker “no fue para nada el gusto de hacer daño o ganar dinero sino la curiosidad, el talento, la aventura y sobre todo la pasión por la tecnología“.

Kevin Mitnick ha sido procesado legalmente hasta la fecha en cuatro ocasiones en los años 1981, 1983, 1987 y 1995.


Fuente: muyseguridad