Tras la aprobación, y en cuanto supere todos los trámites necesarios para que entre en vigor, el Ministerio de Cultura deberá presentar ante el Congreso y la Cámara alta las cuentas de las distintas entidades de gestión. También deberá detallar la distribución de estas cantidades, otro asunto de gran polémica ya que algunos artistas han reconocido que apenas reciben ingreso alguno en concepto de "compensación por copia privada" (menos de 6.000 euros anuales el 94% de los socios).

Esas cuentas podrían arrojar luz a más cobros polémicos; hace unos meses saltaba la noticia de cómo la SGAE cobraba por una representación teatral de una obra de Lorca en un instituto. A este tipo de cobros se podría sumar aquellos que se tramitan por ver la televisión en un centro de ancianos, escuchar la radio en una peluquería o llevar a cabo un concierto benéfico, actividades que también incurren en el régimen compensatorio según establecen los cuestionables criterios de la entidad de gestión. Esta cruzada masiva solo provoca que, por poner un ejemplo, responsables de sectores afectados como la patronal Fenebús recomiende a sus conductores no poner la radio en los autobuses, y obligue a otros a enfrentarse a casos judiciales de dudosa ética.

Los responsables de la SGAE afirman que tienen la obligación de recaudar, y de hecho lo hacen con la ley en la mano, aunque en la mayoría de ocasiones las formas son moralmente reprochables. Muchos son los usuarios que plantean si la SGAE gestiona el cobro del canon digital, o más bien cobra la gestión. De alguna manera debe asegurarse la pensión vitalicia de 24.500 euros mensuales con el que cuenta el presidente Bautista.


Fuente: adslzone