Las discográficas pasan a la acción. Como podemos leer en The Guardian, Ministry of Sound, sello discográfico de la mítica discoteca londinense, ha optado por el envío de cartas a miles de usuarios para reparar los daños que las descargas supuestamente le han ocasionado. Alrededor de 2.000 sería el número de personas que habrían recibido estas cartas amenazantes a través del despacho de abogados londinense Gallant Macmillan, expertos en protección de la propiedad intelectual.

De este modo, la discográfica sigue los pasos de ACS Law, que ya comenzó recientemente a enviar cartas a los usuarios exigiendo el pago inmediato bajo la amenaza de emprender acciones legales. El periódico británico cita a uno de los acusados, Luke Bellamy, que recibió una carta en la que se invitaba a pagar 295 libras como compensación a la descarga de un tema del grupo Cascada. "Recibir una carta como esta es extremadamente preocupante porque yo nunca he bajado nada así y me están reclamando dinero", declaró.

Lawdit, un despacho de abogados de Southampton, a través de Michael Coyle se ha ofrecido a defender a cualquiera que reciba este tipo de cartas de forma gratuita siempre que prueben que no han descargado ni compartido obras protegidas con derechos de autor. Las medidas emprendidas por las discográficas ya han sido calificadas como "escandalosas" o "chantajistas", ya que primero habrían de demostrar legalmente las pruebas de que los usuarios han realizado este tipo de descargas.

Los casos de Estados Unidos e Irlanda

Las amenazas vía postal no son algo nuevo. En Estados Unidos la industria del cine ha enviado más de 14.000 de estas cartas a usuarios de programas P2P como eMule o BitTorrent sólo en lo que llevamos de 2010. Muchos internautas optan por pagar las cantidades (en algunos casos hasta de 1.000 euros) por no llegar ante los tribunales y vérselas con los poderosos abogados de la industria cinematográfica.

Asimismo, en Irlanda también se ha comenzado el proceso de envío postal a aquellos usuarios que infrinjan derechos de autor a través de programas de intercambio. Sin embargo, son los operadores los que proceden a ello y la amenaza no es económica, sino la desconexión de la línea del usuario si continúa con este tipo de actividades.


Fuente: adslzone