El proceso de negociación sobre el ACTA sigue adelante. Llevado en el más estricto de los secretos para evitar las críticas de la comunidad internauta, los gobiernos de Australia, Canadá, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur, México, Nueva Zelanda, Singapur, Suiza y Estados Unidos intentan ocultar al gran público sus verdaderas intenciones.

No obstante, no es la primera vez que se produce alguna filtración de los borradores donde se incluyen las claves de lo que sería el texto final. Es de entender el miedo de los internautas a que prospere un tratado como éste si tenemos en cuenta varios puntos que lo conforman.

El último documento al que se ha tenido acceso es del pasado 1 de julio. Entre otros muchos puntos polémicos estaría artículo 2.14, que recoge NaciónRed.com y que contempla sanciones penales que podrían dar con el infractor en prisión.

De este modo, desde el texto se sugeriría una colaboración entre operadores y titulares de los derechos de autor. Así, los proveedores estarían obligados a revelar la identidad de un abonado al titular de los derechos vulnerados, previa solicitud de las autoridades judiciales. La sanción penal por el intercambio de archivos no está necesariamente ligada a un intercambio comercial, pero el ACTA podría castigar a los usuarios de P2P por el simple hecho de serlo.

Por su parte, el secretismo con que se lleva este acuerdo preocupa incluso dentro de la Unión Europea, donde ya ha habido voces discrepantes como la del eurodiputado Christian Engström, que abandonó la sala donde se negociaba por su denuncia de las restricciones impuestas para dar a conocer a la opinión pública un texto que muchos consideran teledirigido por las grandes corporaciones de Estados Unidos.


Fuente: adslzone