Las cableras son conscientes de que el mercado tiende a la convergencia y si quieren competir con garantías frente a otros operadores fijo-móvil como Movistar, Vodafone y Orange necesitan una red móvil independiente de estos. Actualmente tienen que utilizar las redes de otros operadores como OMV, pero esto les impide ofrecer las mejores condiciones comerciales en sus ofertas. Se quejan de que "en estos momentos en España, cualquier operador puede realizar inversiones en nuevas redes fijas, pero no todo el que quiere invertir puede hacerlo en el mundo de las redes móviles".

Vocación inversora no les falta. Las cableras se han dejado cerca de 10.000 millones de euros en el desarrollo de sus redes fijas en la última decada y en su opinión es fundamental "que las nuevas licitaciones en frecuencias de 800MHz y 2,6GHz y el 'refarming' permitan nuevos enfoques de reparto en el que se dé entrada a nuevos agentes en el mercado, lo cual no sería posible si sólo se plantea un reparto de los recursos entre los actuales operadores móviles".

Euskaltel, R, Telecable y ONO consideran que el gobierno tiene la oportunidad de mejorar el nivel de competencia "si asigna de manera eficaz y eficiente el espectro radioeléctrico" y recuerdan que la propia Comisión Nacional de Competencia ha advertido que no se de preferencia a los operadores actuales a las nuevas frecuencias y se priorice la entrada de nuevos jugadores.

Sin duda, las operadoras de cable tienen mucho trabajo hecho en el caso de resultar adjudicatarias, puesto que su red trocal llega a muchos rincones del país y puede servir para interconectar sus propias estaciones base de telefonía móvil.


Fuente: bandaancha