"Enfocados hacia una generación social". Así anunció Robbie Bach, presidente de entretenimiento de Microsoft, la puesta a la venta de sus terminales Kin, dirigidos a un público adolescente que frecuentase redes sociales como Facebook desde sus terminales móviles. Sin embargo, el efímero camino recorrido por estos dispositivos ha estado plagado de tropezones.

Empezando por una campaña publicitaria mala y acabando por unas "olvidar" otros elementos básicos del terminal como un simple calendario, la implementación de Flash o la existencia de aplicaciones, Kin no tardó en cavar su propia tumba.

El terminal iba a ser distribuido en España por Vodafone. En Estados Unidos llegó de la mano del operador Verizon por 50 y 100 dólares pero con contratos de permanencia de dos años. Ello tampoco contribuyó positivamente a las ventas del móvil de Microsoft ya que por las mismas cuotas mensuales los usuarios podían acceder a otros móviles con mayores prestaciones.

Ridículas cifras de ventas

Las cifras de ventas no han sido anunciadas por la compañía. Algunos apuntan a que podrían rondar la irrisoria cifra de 500. Otros estiman que entre 1.000 y 10.000 teléfonos Kin fueron vendidos. Incluso llegando a los 50.000 terminales, el volumen de ventas se antoja ridículo para las aspiraciones del gigante de Redmond.

Ahora Microsoft trabajará con Verizon para acabar con los excedentes de stock disponible de Kin, y a buen seguro reconducirá los esfuerzos del departamento de desarrollo del Kin hacia Windows Phone 7, algo que muchos consideran la última oportunidad de Microsoft en el mercado móvil, donde no acaba de arrancar debido en gran parte también a la consolidación de la competencia con terminales como el iPhone 4 de Apple o el Samsung Galaxy.


Fuente: adslzone