El Gobierno de Estados Unidos continúa anclado en el discurso de la criminalización a los usuarios de programas de intercambio de archivos como eMule o BitTorrent. Aparte de elaborar listas negras, donde España ocupa un lugar destacado, en la que se acusa a determinados países de robar al país norteamericano, dentro de sus fronteras parece dispuesto a frenar como sea las descargas, consideradas como "piratería" y por tanto, "un saqueo".

Biden comparó el intercambio de archivos con "robar en un escaparate y llevarse lo que haya en él". Además, anunció una estrategia para proteger la propiedad intelectual y "ayudar" de este modo a las víctimas de estos robos. Por otro lado, animó a los operadores a hacer esfuerzos y crear pólizas para penalizar a los "delincuentes crónicos del copyright". También aseguró que su Administración hará lo posible por actuar incluso si los "ladrones" actúan fuera de las fronteras estadounidenses.

La reacción de la industria cinematográfica y discográfica no se hizo esperar y aplaudió las declaraciones del vicepresidente ya que consideran que gracias a la llegada de Internet sus pérdidas rondan los miles de millones de dólares y un gran número de empleos, a pesar de que estas cifras no están muy claras.

Las declaraciones coinciden con el anuncio por parte del lobby estadounidense US Copyright Group en el que afirmó que perseguirá a 150.000 internautas con demandas en los próximos meses en "legítima defensa". Este hecho preocupa mucho a la comunidad internauta y ya se contabilizan por miles los usuarios que han recibido algún tipo de carta con amenazas de demanda si no cesan en sus intercambios de archivos.


Fuente: adslzone