La lista proviene de un informe conocido como el Libro Blanco sobre Internet en China, donde afirma que se seguirán “prohibiendo informaciones”  que estén en contra de la Constitución del país, igual que aquellas que puedan poner en peligro la estabilidad de la nación. Pese a esto, el informe aplaude la importancia que ha tenido Internet a la hora de “acelerar el desarrollo de la economía” y fomentar el avance científico así como las posibilidades de la sociedad. Motivos que empujan al gobierno chino al cumplir el objetivo de conseguir una penetración de internet del 45%, afincada a día de hoy mayoritariamente en los núcleos urbanos.

Continúan de este modo los cerrojazos a internet en el país asiático, el que tiene un mayor número de internautas en el mundo, con 400 millones. Tras la marcha de Google de la zona y el veto a diversas páginas como Facebook o YouTube, parece que el tímido aperturismo chino no acaba de despegar.


Fuente: adslayuda