A partir de ahora se entenderá por secreto de estado la información concerniente a los intereses y la seguridad del Estado y que, si se hace pública, puede dañar los intereses y la seguridad del país en distintos ámbitos.

Asimismo, la ley reduce el número de organismos públicos con autoridad para clasificar este tipo de informaciones, con lo que se reducirá a su vez el número de archivos de esta categoría, informó la agencia estatal china Xinhua.

Se prevé que la medida, que entrará en vigor en octubre, obligará a los gobiernos regionales y locales a responder con mayor transparncia en los interrogatorios judiciales. Los departamentos públicos podrían ser penalizados si no clasifican apropiadamente la informacón.

Hasta ahora los ciudadanos acusados de infringir estas leyes y sus abogados no podían conocer de qué cargos se les acusaba, pero la nueva normativa termina con esta situación. Diplomáticos extranjeros se han venido quejando, por otra parte, de la dificultad de ponerse en contacto con los acusados de revelar secretos de estado.

El régimen comunista contempla ahora siete categorías distintas de secretos, entre las que destacan los del ámbito de la tecnología y “otros secretos definidos por las autoridades”, confesó el subdirctor del Departamento de Secretos de Estado de China, Du Yongsheng.

Las compañías de telecomunicaciones y servidores de Internet estarán obligados a cooperar en las investigaciones relacionadas con sus redes, una obligación con la que ya cumplen la mayoría de empresas de estos sectores que operan en el gigante asiático.


Fuente: adslnet