En el informe, Google indica que almacena información sobre las estaciones base de telefonía móvil y de los puntos de acceso wifi con el propósito de ayudar a la geolocalización del usuario cuando su dispositivo no dispone de GPS o se encuentra en lugares donde no llega la señal de los satélites, como en interiores.

Para obtener esta información, el documento explica que los vehículos van equipados con una antena omnidireccional Maxrad BMMG24005. Las señales WiFi 802.11b/g/n son procesadas en el coche mediante el software Kismet, para finalmente ser enviadas al centro de datos de Google.

Se registra la dirección MAC, el SSID, nivel de la señal, canal y el protocolo b/g/n utilizado, pero no si la WiFi está abierta o protegida por WEP/WPA. Estos datos se obtienen de forma pasiva, sin que los equipos de Google intenten establecer comunicación con el router WiFi. Además, el payload de las tramas se descarta, de forma que nunca se accede al contenido de la comunicación.

De todos los datos almacenados, actualmente sólo se saca partido a dos de ellos; la dirección MAC y la posición del vehículo en el momento que fue detectada. Esta información nunca sale de sus servidores, ya que el funcionamiento de Google Location Services consiste en que el cliente (Firefox, Google Toolbar, etc.) envía un listado de las direcciones MAC detectadas por la tarjeta WiFi del usuario a geolocalizar y el servicio de Google devuelve las coordenadas aproximadas, calculadas a partir de su base de datos.

Los coches de Street View son sólo una parte de las "sondas" de Google, ya que esta información también se obtiene gracias a la información enviada por el software de la compañía cuando se ejecuta en teléfonos móviles u ordenadores portátiles.

Artículo en el blog de Google


Fuente: bandaancha