El equipo de Toshiba encargado de realizar la prueba ha explicado el proceso. Este tipo de encriptación hace que un usuario deba enviarle una "llave" secreta al otro, codificada en las propiedades cuánticas de un único hilo de fotones. La mécanica cuántica garantiza que cualquier intento de interceptar esta llave la modifique de forma automática, revelando que se esta produciendo un ataque.

Hasta ahora, los intentos de enviar fotones codificados se habían realizado a través del aire. Esto establecía un límite de 700 metros para este tipo de comunicaciones. Para que la encriptación cuántica fuese factible, se requería que los fotones viajasen más lejos empleando infraestructura ya existente, como la fibra óptica.

Sin embargo, para que la fibra óptica fuese capaz de transmitir luz a través de largas distancias, debía hacerlo a través de una amplitud de onda sumamente específica. Ahí el gran salto que ha dado Toshiba, ya que ha logrado desarrollar un dispositivo capaz de detectar los fotones de esta amplitud de onda y con ello poder realizar esta transmisión.

La técnica frente a la industria cultural

Desde luego, la exitosa prueba de los científicos británicos entra en contraposición con los intereses de la industria cultural. Hace tan sólo unos días, los representantes de la industria discográfica y cinematográfica de Estados Unidos sugiririeron al Gobierno la instalación de un software en los ordenadores de los usuarios por parte de la propia Administración y los proveedores de Internet que detectaría el uso de contenidos protegidos con copyright tras escanear constantemente los archivos del usuario. Este spyware estaría basado en herramientas como pueden ser los antivirus, lo que podría llevar incluso a la eliminación de archivos que el usuario tenga en su ordenador por parte de este tipo de programas.


Fuente: adslzone