30-01-2010 CONCHA LAGO- DEIA .- Parece que los usuarios hemos perdido la batalla del canon digital.

Precisamente estoy escribiendo un recurso a la Audiencia Nacional porque hay una orden ministerial que regula cómo hay que cobrarlo y no se está cumpliendo. Obviamente mientras deciden, los usuarios tenemos las manos atadas pero este asunto también está denunciado en la Comisión Europea.

Ahora la polémica se centra en los derechos de autor en internet.

El canon se paga por hacer algo legal, por hacer una copia privada. Pero el artículo 20 de la Ley de Propiedad Intelectual habla de la comunicación pública. Con cualquier manipulación de una obra protegida, yo estaría cometiendo un delito civil y me pueden demandar. Además si yo utilizo ese material sin el permiso del autor y además cobro por ello, entonces me meto en el terreno penal y cometo un delito.

La SGAE aboga por que hay que cobrar por esa comunicación.

Eso es discutible. Demuéstrame que esa obra está protegida por derechos de autor, demuéstrame que no estoy haciendo una copia privada del disco de mi primo, demuéstrame que en un canal P2P, que es un sistema privado, estoy intercambiando ese archivo. Como son conscientes de todo eso, no han a ido a atacar los sistemas de intercambio si no a por las páginas web que te indican dónde encuentras esos sistemas.

La asociación de internautas no parece dispuesta a tirar la toalla.

En absoluto, porque la SGAE es la representación más fea de todo lo que criticamos. Si nos parece feo el canon, la SGAE lo eleva a la máxima potencia. Si estamos contra el sistema de protección de derechos de autor, la SGAE lo hace más feo todavía porque cobra a hospitales, a peluquerías, porque se mete en las bodas a espiar, porque va amenazando con denuncias y con pleitos. Defendemos que hay que revisar el sistema de protección de derechos de autor porque esto está pensado para hace cien años. Ahora no hacen falta esos intermediarios, ni tanta gente controlando el dinero de la cultura.

Pero la ley les ampara.

Sí porque no es una cuestión de lógica, ni de funcionamiento ni de internet. Aquí no hay razones sensatas ni jurídicas, hay razones políticas porque sus amigos políticos les permiten hacer eso.


Fuente desde: internautas