Sin embargo, tanto los SSD como las llaves USB y las tarjetas de memoria tienen algo en común: son medios de almacenamiento alternativos a los discos duros convencionales y se basan en tecnología Flash, que se caracteriza por no tener partes móviles.


Los discos SSD son los modernos sustitutos de los tradicionales discos duros (HDD, Hard Disk Drives) que se encuentran en cualquier ordenador sobremesa o portátil. Los HDD se basan en tecnología magnética, tienen partes móviles y por tanto pueden fallar con mayor facilidad. Frente a ellos, los nuevos discos SSD no tienen partes móviles, son muy resistentes a los fallos bajo cualquier condición, generan menos calor, no emiten ruido y consumen menos energía.

Pero además, los discos SSD no sólo ofrecen espacio de almacenamiento, sino que al integrarse en un viejo PC o portátil aceleran enormemente los tiempos de carga del sistema y de las aplicaciones, por lo que también están pensados para optimizar el rendimiento de nuestro sistema sin tener que comprar un ordenador totalmente nuevo.

Kingston Technology, fabricante independiente de productos de memoria líder en el mundo, ofrece diez razones por las que deberíamos plantearnos adquirir discos SSD, ya sea como complemento a nuestro antiguo HDD o como sustitutos de éste:

·      Fiabilidad y robustez. Menos probabilidades de fallo y mayor resistencia a golpes, vibraciones y temperaturas extremas, algo clave para los ordenadores portátiles.

·      Velocidad. El arranque del sistema operativo y el acceso a las aplicaciones es mucho más rápido, se acelera enormemente la lectura y escritura de datos y se reducen los cuellos de botella. Los tiempos de búsqueda se miden en microsegundos frente a los milisegundos de los HDD.

·      Silenciosos y menos contaminantes: evitan ruidos, reducen el calor y consumen menos energía, ampliando la autonomía de los portátiles hasta en 30 minutos.

·      Compatibilidad. Soportan todos los sistemas operativos y funcionan con la misma interfaz que los discos duros convencionales, por lo que no hay que cambiar nada en el ordenador y pueden combinarse con los HDD.

·      Facilidad de instalación. Kingston ha sido el primer fabricante en ofrecer discos SSD en formato kit ‘todo en uno’, que incluye el software y los adaptadores para clonar los contenidos de los discos HDD a los SSD de forma realmente sencilla.

·      Amplia gama de opciones de almacenamiento: Desde los 32 hasta los 256 Gb, y muy pronto 512 Gb y hasta 1 Tbyte.

·      Soporte de S.M.A.R.T.: Tecnología de Auto-monitorización, Análisis e Informes(Self-Monitoring, Analysis and Reporting Technology) para predecir fallos con antelación.

·      Gran precio-rendimiento. Aunque los SSD suelen costar tres veces más, superan a los HDD hasta en diez veces en cuanto a rendimiento. Kingston ya ofrece un disco SSD de 40 Gb por cerca de 80 euros.

·      Durabilidad.Además de prolongar la vida útil del equipo, los SSD más básicos ofrecen 1 millón de horas MTBF (Tiempo Medio de Vida entre Fallos), lo que equivale a cerca de 114 años.

·      Garantía y soporte. Kingston ofrece su legendaria fiabilidad de marca y 3 años de garantía y soporte técnico 24×7 en todas sus familias de discos SSD.

Dirigidos a cualquier usuario que pretenda mejorar el rendimiento de su sistema, se espera un importante incremento en ventas de unidades SSD a partir de finales de año. Para 2011 y según la consultora iSuppli, los SSD podrían convertirse en el formato más extendido de memoria Flash, por delante de tarjetas de memoria y MP3.

Como señala Jordi García, responsable de Desarrollo de Negocio en Kingston Technology Iberia, “si el PC tarda mucho en arrancar o en guardar archivos, mucha gente cree que la única solución es comprarse un equipo totalmente nuevo, pero en realidad basta con actualizarlo con un disco SSD; una opción sencilla, duradera y mucho más económica”.


Fuente desde: hardzone