Así el nuevo operador no será, en una primera fase, un mayorista que podrán alquilar el resto de operadores, tal y como estaba previsto, sino la infraestructura -pero no el operador- a través de la cual la Generalitat recibirá la mayoría de sus servicios de telecomunicaciones.

Según las mismas fuentes, el decreto del concurso para licitar el operador ya ha sido elevado al Consejo Técnico de la Generalitat, que es la fase previa al Consell Executiu, y sólo se encuentra pendiente de algunos flecos tales como definir el modelo de licitación.

Entre las empresas del sector se espera que el concurso sirva para revitalizar la industria de telecomunicaciones en Cataluña, ya que el concurso será por un volumen importante, de entre 700 y 1.000 millones de euros, según las fuentes consultadas.

Portavoces de la Secretaria de Telecomunicaciones han declinado hacer declaraciones, pero las mismas fuentes del sector han detallado que la intención de la Generalitat es otorgar este concurso durante la actual legislatura.

Se prevé que compañías como Abertis, BT o Telefónica aspiren a pujar por la licitación del operador neutro, uno de los más grandes que sacará la administración catalana durante el 2010.

La redefinición del concurso se hace para no tener que esperar que la UE otorgue el visto bueno al operador neutro, un proceso que podría seguir alargándose durante algunos meses.

Con la nueva fórmula de operador de servicios corporativos, la Generalitat seguirá manteniendo en vigor los actuales contratos -Telefónica es el operador que facilita la mayoría de los actuales servicios de telecomunicaciones-, pero tras el concurso estos mismos servicios se darán a través de la red del “operador neutro”.

En una segunda fase, cuando la Generalitat consiga el visto bueno de Bruselas para que el operador neutro ofrezca su red a otras operadoras, ya se podrá funcionar como un operador neutro propiamente dicho, un mayorista que ofrecerá su red a todos los operadores para aumentar el grado de competencia y la capilaridad de la banda ancha a través de fibra óptica.

El nombre formal del operador neutro es ITCat, empresa con sede en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y el ganador del concurso gestionará esta compañía y deberá realizar una serie de inversiones conjuntamente para completar la red existente, si bien al final de la vida del concurso tanto la red existente como la nueva que se construya serán titularidad de la Generalitat.

Tras la venta del 25% de Al-pi a France Telecom en 2007, la administración catalana pasó a compartir con el grupo galo la titularidad de 224 kilómetros de red urbana de fibra óptica en 34 municipios, y otros 180 kilómetros de la red troncal, que serán parte de esta red que ahora habrá que completar con las inversiones que lleven a cabo la Generalitat y el ganador del concurso.

La Generalitat también incorporó en la operación el derecho de uso de más de 800 kilómetros de red ya existentes en territorio catalán y que pertenecen actualmente al grupo galo.

Estas infraestructuras permiten la interrelación de los 227 edificios corporativos de la Generalitat y facilitan la conexión con fibra óptica de los centros de salud y de los centros educativos.

En principio se espera que sean departamentos como Educación, Justicia o Salud, los primeros en beneficiarse de estos servicios corporativos.

Este nuevo giro permite sacar adelante este proyecto que desde sus orígenes ha dado muchas vueltas, ya que en principio nació para competir desde un proyecto con Telefónica en aquellas zonas en las que sólo esta compañía tenía red de fibra y al final acabará como una concesión red de uso para la propia Generalitat a la que incluso Telefónica podrá optar.


Fuente desde: adslnet