Las reuniones empezaron en la época Busch y han ido celebrándose, regularmente, en el mayor secreto, lo que ha provocado la ira de los internautas y les ha llevado, en particular a los estadounidenses, a reclamar a Obama, en una carta protesta, que cumpla su promesa electoral de transparencia.

Hace unos días se reunieron en Seúl, en enero lo harán en México, así que la cosa va rápida, normal cuando todos los que se sientan a una mesa van del mismo palo y no se invita a participar a las partes contrarias, disidentes o simplemente críticas.

En la parte que afecta a la Red lo previsto es criminalizar a los que elaboren programas que eliminen el DRM y obligar a las operadoras a espiar a sus clientes para detectar descargas de archivos sujetos a derechos de autor.

Este contubernio secreto busca elaborar, sin consultar con nadie, una aberración tiránica que piensan llamar ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement) y, si no llega a ser por esta filtración, hubiese caído de sopetón sobre nosotros. Ahora, cuando nos la calcen doblada, por lo menos podremos decir que ya lo sabíamos.


Fuente desde: adslayuda