Los medios informativos fueron puestos a prueba, y el tráfico que los diarios online intercambiaban con los usuarios, las redes sociales y los mensajes cortos, tipo tweeter, alcanzaban cotas muy importantes.

Pero no fue hasta las cinco y media de la tarde aproximadamente, cuando sucedió lo inesperado. Chicago, que hasta ese momento ocupaba aparentemente, con garantías, la primera posición en todas las webs de apuestas, como la ciudad favorita, se descolgaba de la votación en la primera ronda.

Ante la certeza absoluta de que la siguiente ciudad en descolgarse sería Tokyo, el tráfico de la banda ancha de nuestro país, se disparó hasta las cotas que se registraron el desafortunado día del 11-S.  Aproximadamente durante una hora y media hasta que se conoció el resultado final, la internet española era un hervidero de bytes.

El resultado final, es de suponer que ya no hay nadie que no lo conozca, y lamentablemente para Madrid, el COI tomó la decisión más diplomátic, llevando los juegos olímpicos por primera vez en su historia al continente Sudamericano. Los informes de evaluación, el apoyo popular, y el apoyo institucional, ocupó un segundo plano, cuando se apeló a la deuda que el COI tiene con los latinoamericanos, que aún no saben lo que es que se celebren allí unos juegos.

Ahora sólo nos queda por saber si Madrid insistirá. Como comentaba ayer un oyente en la radio, en caso de presentarnos de nuevo, nuestro lema debería ser “Tengo una cabezonada”.


Fuente desde: adslnet