El nuevo plan bautizado como “El Proyecto del Tercio Final” pretende recaudar 170 millones de euros para despliegar una red de fibra óptica hasta el hogar en zonas donde los operadores no tienen pensado invertir inicialmente. El objetivo es subvencionar coste de los despliegues para equipararlos a las zonas urbanas.

British Telecom (BT), ex monopolio británico, anunció recientemente que va a ampliar sus planes de despliegue de fibra óptica en el país. La operadora quiere que 10 millones de hogares tengan fibra en 2012 con una velocidad de 40 megas en el 90% de los casos. Para ello, desplegará una solución híbrida denominada FTTN que consiste en tender fibra hasta el nodo principal que se encuentra en la calle. Desde ahí hasta los hogares se lleva cobre, permitiendo que la distancia sea relativamente corta y la velocidad esté prácticamente garantizada.

El 10% restante tendría fibra hasta el hogar (FTTH) con velocidades de hasta 100 megabits. El coste de la factura alcanzará hasta 2012 los 1.700 millones de euros. Pero BT ya ha dicho que está dispuesta a alquilar su red de nueva generación a otros operadores.

En España la fibra avanza más despacio. La Comisión de Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) estimó que sólo el 43% de los hogares tengan conexiones de fibra en 2023. En aquellos territorios a los que no llegara la inversión privada, el regulador asegura que “sería deseable la actuación de los poderes públicos para que los nuevos servicios basados en redes de nueva generación también puedan ser disfrutados por los residentes de estas áreas que resultan menos atractivas en términos de inversión”.

 

Fuente desde: adslzone