Telefónica, Vodafone, Yoigo y demás operadoras que ofrecen Internet itinerante sí que se han molestado en incluir esa clausula y si abrís vuestro correo desde Cap D´Agde, donde nos consta que veraneáis la mayoría, la broma os puede costar 58€ si ese email contiene un par de fotos que un colega os envía de su viaje programado al Caribe.

Eso simplemente por abrir un email, si nos da por ver un capitulo de nuestra serie favorita, nos vamos a enfrentar con un sablazo de 3.500 euros, céntimo arriba céntimo abajo.

Los que se quedan en España tiene ventaja, pero tampoco se libran de sustos. Lo habitual es que su contrato tenga limitación de volumen de descarga y, a poco que se navegue, se termina pagando penalizaciones.

La Asociación de Internautas recuerda que las operadoras están obligadas a facilitar información gratuita y personalizada cada vez que un cliente se traslade a un estado miembro de la Unión Europea e inicie por primera vez una conexión de ese tipo y que esa comunicación se efectuará a un dispositivo móvil del cliente o una ventana emergente en el navegador.

En julio entró en vigor una normativa europea que fijaba el precio mayorista del roaming en 1€, pero las operadoras aun no se han dignado a trasladar esa rebaja al consumidor final.

Gran parte de estos males se evitarían estableciendo, como pide la AI, una facturación máxima, una cantidad razonable más allá de la cual ya no se pueda cobrar más, lo que terminaría con muchos sustos y abusos.

 

 

Fuente desde: adslayuda