A la CMT le costó lo suyo regular los 30 megas en España y todavía no tiene la seguridad de que, en cualquier momento, no le declaren ilegal alguno de sus puntos. Ahora, Europa piensa en los 80 megas y quieren empezar la casa por los cimientos, no por el tejado como se ha hecho hasta ahora, y, con ese objetivo, ha convocado una consulta pública para que todos los países miembros hagan sus propuestas para este tipo de líneas.

La Comisión Europea intentará potenciar la inversión de los operadores alternativos en zonas de baja rentabilidad, zonas que continúan siendo coto privado de los antiguos monopolios, lo que, por lo menos aquí, no conseguirán, con lo que Telefónica se negará a tender líneas de fibra para luego tener que cederlas casi regaladas a la competencia, que alegará no tener dinero para invertir, y todo seguirá exactamente igual.

 

Fuente desde: adslayuda