La filosofía interna de Netflix está bien definida; como cuentan en el WSJ, los empleados están obligados a señalar a otros compañeros para que sean despedidos. Es decir, los superiores hablan con con sus propios subordinados y piden nombres de personas dentro de la compañía para ser despedidas. ¿Quién piensas que debería ser despedido por su baja productividad o por su bajo rendimiento? El empleado debe responder y dar nombres, si no lo hace, puede que sea el siguiente en salir de la empresa. Conocida esta técnica como Keeper Test, la multinacional quiere mantener en los equipos la tensión necesaria para que los empleados den absolutamente todo por conseguir los resultados esperados. Según apunta el diario estadounidense, esta forma de trabajar viene impuesta por su propio fundador que curiosamente montó la empresa tras un cabreo con Blockbuster. Al parecer, Reed Hashtings, CEO de la compañía, alquiló una película y tuvo que pagar 40 dólares de penalización por devolverla fuera de plazo. A partir de ahí  fraguó su venganza con la planificación de la primera idea inicial de Netflix. Hoy en día ya se conocen cuales han sido los resultados en el sector del entretenimuiento. Según cuentan en este artículo, con el testimonio de más de cincuenta personas, llegan a producirse incluso humillaciones públicas hacia los subordinados; se producen careos con público. Es decir, reuniones de altos cargos y trabajadores, con críticas mutuas.

Esta es la realidad de trabajar en Netflix, contada por más de cincuenta personas que trabajan o han trabajado allí

Si una persona ha tomado una decisión errónea, se le exige que delante de los compañeros explique con datos concretos qué fue lo que hizo mal. Se trata de una ‘cultura de transparencia’. Cuando se produce un despido, explican estas personas, todos los empleados son informados con todo lujo de detalles, por correo electrónico, con los motivos por los que se ha procedido al correspondiente despido. Y es algo que no solo afecta a los trabajadores sino también a los puestos importantes. Todo esto provoca que haya despidos ‘fáciles’, de cargos intermedios a inferiores, por miedo a ser ellos mismos los que acaben despedidos.

¿Lo bueno? Que los trabajadores cobran bien, muy bien, y eso es precisamente lo que ha provocado que ‘no exista un gran resquemor’ entre los empleados. Incluso, los que anteriormente consideraban crueles este tipo de prácticas por parte de Netflix. La propia empresa ha respondido a la publicación del Wall Street Journal asegurando que creen firmemente en mantener una ‘cultura de alto rendimiento’ y en dar a las personas la ‘libertad de hacer su mejor trabajo’. Aseguran que ‘partes del artículo no reflejan cómo parte de los empleados viven en Netflix’.

La realidad es que una empresa que invierte miles de millones al año en producir contenidos y que está sometida a la presión de los rivales y de los mercados requiere el máximo esfuerzo por parte de los equipos. Eso sí, no todo es el dinero en esta vida y puede que muchos de los candidatos que pensaban aplicar para trabajar en la compañía decidan cambiar de parecer y buscar otra alternativa donde el grado de exigencia no sobrepase los límites.

 

Fuente: WSJ | adslzone