Las baterías modernas, de los coches eléctricos actuales y futuros –algunos de ellos- están basadas en el cobalto. Es un mineral, y es un recurso de disponibilidad limitada. La creciente demanda de minerales necesarios para la fabricación de las baterías modernas, han explicado desde BMW, es lo que provocará que ‘los coches eléctricos sean siempre más caros que sus equivalentes con motor térmico’. Da igual la evolución tecnológica, y tampoco importa la tendencia de crecimiento de la demanda, porque tal y como han explicado desde la directiva de la marca bávara, ‘no existe economía de escala’ aquí.

Dependiendo del cobalto, los coches eléctricos nunca serán ‘tan baratos’ como sus equivalentes con motor térmico

El problema está en la dependencia del cobalto. En BMW han dado datos concretos señalando que, incluso a plena escala, el precio de 1 kWh se mantendrá en torno a los 100 ó 150 euros provocando que un coche eléctrico cueste –en producción- entre 10.000 y 15.000 euros solo por contar con una batería de entre 90 y 100 kWh. En estas cifras se puede incluir el coste de producción completo de un vehículo –con motor térmico-, según explica BMW. No obstante, hay datos sobre el mercado que apuntan a que el precio del kilo-vatio hora puede seguir bajando hasta los 80 dólares.

Sea como fuere ¿a dónde quiere llegar BMW con todo esto? A que es necesario optar por otros recursos. La marca bávara prepara su quinta generación de motores eDrive sin cobalto –ni otros minerales limitados-, mientras que Toyota y Fisker, o Ford, están apostando por baterías de estado sólido y grafeno. Si se mantiene la dependencia del cobalto, en la producción de baterías para coches eléctricos, como señalan desde BMW nunca podrán costar lo que un coche con motor térmico.

 

Fuente: thedrive | adslzone