Este proyecto estaba previsto desde verano de 2016, pero su llegada se ha retrasado por diferentes motivos. Estos nuevos radares móviles se han adquirido por 860.000 euros aproximadamente; de tal modo que cada uno de ellos ha costado en torno a los 14.400 euros, nada menos. La clave en ellos, que son 60 nuevos radares móviles, está en sus reducidas dimensiones. Es lo que hace posible que también los agentes de Tráfico en moto puedan disponer de un radar móvil para hacer controles de velocidad más rápidos y menos previsibles. Se instalan en un trípode, o en el propio guardarrail.

60 nuevos radares de la DGT: más pequeños que ningún otro, para llevarlos en moto

De momento se han estado llevando a cabo algunas pruebas de funcionamiento de estos dos nuevos radares, tanto colocados en el guardarrail como sobre un trípode de apenas medio metro de altura. Serán difícilmente visibles, aunque las indicaciones de la presencia de un dispositivo de control de la velocidad se mantendrán idénticas que hasta ahora. La diferencia es que el radár móvil no va instalado sobre un vehículo de la Guardia Civil, sino que es un pequeño aparato que, por otro lado, da a los agentes de Tráfico que circulan en moto la posibilidad de llevarlo.

Los detectores de radaresilegales- no podrán hacer absolutamente nada contra ellos, porque funcionan con tecnología láser, que también impide que los inhibidores puedan hacer absolutamente nada. Entre las especificaciones técnicas de este nuevo radar móvil está su capacidad de trabajar a entre 15 y 50 metros de distancia para captar hasta 250 km/h de velocidad máxima, en dos carriles, y entre 0 y 50 ºC. Funcionan además por la noche, y se pueden controlar por WiFi, 3G y 4G a distancia. Esto quiere decir que no tendrán que estar los agentes visibles, ni cerca de ellos, porque además tienen una autonomía de cinco horas.

 

Fuente: elmundo | adslzone