El DRM perjudica a creadores de contenido y a quienes compran productos originales

Y es que al final el DRM sólo incordia a quienes compran los productos originales. Un pirata no tiene que preocuparse de si su pantalla es compatible con HDCP 2.2, mientras que alguien que lo compra original ha de asegurarse que su reproductor, cable y televisión sean compatibles. Una nueva queja contra esta protección llega desde los propios estudios cinematográficos, que afirman estar teniendo muchos problemas para poder usar contenido de terceros en sus producciones.

La industria ha centrado tanto sus esfuerzos en proteger sus películas, que esto les está suponiendo bastantes problemas a ellos mismos. A pesar de que todas las películas y series acaben pirateándose (incluso antes de que salgan a la venta de manera oficial), tanto DVD y Blu-ray como las que aparecen en plataformas de streaming, hacer esto es ilegal, y la propia industria ha de ir con pies de plomo.

Ripear contenido sujeto a derechos de autor sólo se puede hacer con fines educacionales u otro uso razonable, dando este último lugar a diversas interpretaciones sobre qué es o no uso razonable. Además, los propios creadores de películas quieren usar pequeños fragmentos de otros títulos en sus producciones, pero esto sólo se puede hacer para documentales, cuyo concepto también está demasiado abierto a interpretación.

La industria del cine está muy limitada a nivel creativo

Por ello, diversas asociaciones de cine quieren cambiar esto, y la Oficina del Derecho de Autor de los Estados Unidos está considerando añadir más exenciones, entre las que estaría que los cineastas tendrían permiso para romper la protección DRM de las películas y poder ripear y usar libremente fragmentos de otros títulos en sus producciones. Gracias a esto, el permiso no sólo se aplicaría a los documentalistas como en la actualidad, sino que se extendería a toda la industria del cine.

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Este tipo de permisos no dañan en absoluto a los dueños del contenido, sino a los que no pueden utilizarlo. Cineastas como Steve Boettcher y Mike Trinklein no pudieron hacer una película tal y como habían planeado por miedo a problemas legales, ya que no existe amparo legal para usar fragmentos en el drama que escribieron. Así, un documental con un cierto estilo narrativo no entra en la excepción actual.

La MPAA ha propuesto algunas soluciones parciales para este tema, como que los autores usen sus cámaras o móviles para grabar un contenido, o utilizar una capturadora (siendo este método el que se usaba para piratear películas 4K hasta el pasado mes de mayo). Estas alternativas, sin embargo, no son viables para los creadores, ya que la calidad mostrada es inferior, y seguramente la MPAA tendría razones suficientes para denunciar que se está copiando contenido bajo la legislación actual.

 

Fuente: TorrentFreak | adslzone