DAC y Carbfix: captura y solidifación del CO2 por primera vez

Ha sido la empresa suiza Climeworks quien ha unido fuerzas con una central geotérmica en Islandia. Esta empresa es responsable del primer sistema de filtrado de CO2, el cual recolecta el CO2 del aire, lo acumula en los filtros, y luego es purificado y vendido para otros usos, como aplicarlo para bebidas carbonatadas. El proceso de purificación requiere de calor, el cual es provisto por el excedente de calor de la energía geotérmica de la central islandesa.

Desde hace varios años, los científicos han estado investigando cómo convertir el CO2 capturado de la atmósfera en material sólido bajo el proyecto CarbFix. El método usado consiste básicamente en mezclar CO2 y agua, y bombearlo a 700 metros de profundidad. Al entrar en contacto esta solución con roca basáltica en profundidad, se transforma rápidamente en carbonatos.

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Hasta que la compañía no desarrolló el sistema, se creía que el proceso de carbonatación llevaba por lo menos cientos o miles de años. Sin embargo, el equipo de CarbFix se sorprendió cuando vieron que sólo es necesario esperar dos años, periodo en el cual entre el 95 y el 98% del CO2 se convierte en mineral. A pesar de lo inteligente del sistema, se pone en duda su seguridad por la probabilidad de que este CO2 pueda filtrarse de nuevo a la atmósfera.

El coste: el mayor inconveniente de esta nueva tecnología

Así, el proceso de CarbFix de solidificación ha sido unido al sistema de Climeworks (llamado Direct Air Capture, o DAC) para poder capturar y almacenar el CO2 en un único proceso, el cual se ha instalado en una central geotérmica de Islandia. Este sistema no es sólo neutro en cuanto a contaminación, sino que es negativo; es decir, que su existencia reduce el dióxido de carbono del aire.

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El CEO de Climeworks asegura que este sistema tiene un enorme potencial no sólo en Islandia, sino en cualquier otra región del mundo que tenga formaciones rocosas similares que favorezcan la solidificación del CO2. Climeworks tiene actualmente una planta en Zurich que filtra 900 toneladas de CO2 y las reenvía a un invernadero local.

En el futuro, ambas empresas buscarán reducir el coste de despliegue de esta tecnología, que actualmente no lo hace rentable. A pesar de ello, esto es un grandísimo paso, ya que supone la primera aplicación real en la práctica de un sistema de captura y almacenamiento de dióxido de carbono.

 

Fuente: Newatlas | adslzone