Por ello, la Unión Europea quiere acabar con esto, o al menos minimizar su efecto para facilitar la reparación de ordenadores y móviles, entre otros dispositivos. Además, también quieren que la vida útil de estos sea más larga a través de utilizar componentes de mejor calidad, con el fin de reducir la obsolescencia programada.

Mayoría aplastante a favor de que se estudien estas medidas

La resolución que solicita el estudio de esta medida salió adelante con 662 votos a favor, 32 en contra y 2 abstenciones. Entre las recomendaciones que el Parlamento Europeo propone para que apliquen la Comisión Europea, los Estados miembros y los fabricantes, encontramos:

  • Que los productos tengan un mínimo de resistencia, calidad y facilidad de reparación, lo cual ha de estar presente desde la fase de diseño.
  • Si reparar un dispositivo lleva más de un mes, la garantía deberá alargarse en ese periodo en el que no se ha disfrutado el dispositivo.
  • Incentivos fiscales a las empresas que hagan productos duraderos y fáciles de reparar, así como a las que comercialicen productos de segunda mano para reducir la cantidad de productos que se tiran.
  • Permitir que un consumidor pueda elegir un reparador alternativo al fabricante original.
  • Que componentes esenciales como las pilas, baterías o luces LED no sean irremplazables sin perder la garantía, a no ser que haya motivos de seguridad detrás.
  • Que las piezas de recambio estén disponibles a un precio lógico para sus características.
  • Una definición común del concepto de obsolescencia para toda la UE, sistemas para detectar obsolescencia programada, y medidas disuasorias para los fabricantes.

El 77% de los consumidores prefiere reparar sus dispositivos a comprar uno nuevo

Junto con esto, también se propone la creación de una etiqueta común para toda la Unión que especifique la durabilidad del producto, su impacto ecológico, su capacidad de modulación, actualización o adaptación al progreso tecnológico, así como la facilidad de reparación. Esto último sería similar a lo que hace iFixit, que puntúa lo fácil que es de reparar un dispositivo en una escala del 1 al 10.

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YouTube está lleno de guías de reparación DIY, y hay decenas de webs en las que podemos encontrar repuestos para poder arreglar muchos de nuestros dispositivos. Según una encuesta realizada por la Unión Europea, el 77% de los consumidores preferiría reparar los productos que ya tiene a comprar otros nuevos, ya que en muchos casos la solución es realmente sencilla, como cambiar un simple condensador o sustituir un componente determinado.

Es muy importante que un componente como la batería sea fácilmente reparable, ya que en la actualidad si la batería falla, es obligatorio mandar el móvil al fabricante, o reemplazarlo nosotros mismos si estamos fuera del periodo de garantía. De momento, a corto plazo estas recomendaciones no se convertirán en ley, aunque es un primer paso para estudiar la importancia de la reparabilidad de los productos.

 

Fuente: El otro lado | adslzone