Aquí en España, el uso de drones está controlado por la legislación, y especialmente para uso profesional. Pero en los Estados Unidos también tienen sus propias normas para establecer las limitaciones de uso sobre los drones. Y meter droga con ellos en la cárcel, evidentemente, no está dentro de la legalidad. Pero lo cierto es que este tipo de ‘aparatos’ son fácilmente controlables, bastante discretos, y es relativamente complicado controlar quién lo maneja. Es el problema de la legislación sobre el uso ocioso, que el número de serie del drone no está vinculado a una persona, como sí ocurre en el ámbito profesional.

No sólo en Estados Unidos se están usando drones para transportar droga

Estos ‘drones camello’ no sólo se han registrado en los Estados Unidos, como ha revelado la documentación del Departamento de Justicia, sino que también se han producido y registrado casos en Australia, Carolina del Sur, Ohio y Reino Unido, entre otros. En el año 2014, en Australia la Policía reveló una operación en la que se estaban utilizando estos dispositivos para el transporte de droga, y un año más tarde en Carolina del Sur se registró un accidente de un drone cargado de marihuana. En Ohio, también en 2015, se produjo una pelea por la recepción de uno de estos ‘drones camello’.

En un caso reciente se reveló que un contrabandista que opera con uno de estos drones podría estar consiguiendo en torno a 6.000 dólares por envío. En Reino Unido se ha valorado establecer perímetros de control sobre las frecuencias, de tal manera que se pueda impedir el vuelo de estos drones, por ejemplo, en recintos penitenciarios. Mientras tanto, como explican desde Estados Unidos, siguen produciéndose casos de este tipo, y no hay una respuesta contundente que impida el contrabando con drones.

 

Fuente: adslzone