Según los análisis realizados por Kaspersky, la mayoría de las víctimas del ransomware WannaCry han sido usuarios de Windows 7. Concretamente, más del 60% de las víctimas eran usuarios de la versión de 64 bits de Windows 7 mientras que cerca del 32% lo eran de la versión de 32 bits del sistema operativo. Como ya hemos dicho muchas veces, los parches para esta vulnerabilidad se lanzaron el pasado mes de marzo, y al ser un sistema operativo que aún cuenta con soporte, si los usuarios hubieran instalado dichas actualizaciones no hubieran terminado infectados por este ransomware.

Además de Windows 7, el 1.5% de las víctimas de WannaCry eran usuarios de Windows Server 2008, la versión de servidor de este sistema operativo, siendo esto mucho más grave ya que, además de que nunca hay que permitir la ejecución de software no autorizado en un servidor, la seguridad y las actualizaciones de estos es mucho más crítica y responsabilidad directa de los administradores de sistemas.

Es cierto que Windows 7 es el sistema operativo más utilizado en todo el mundo, pero su cuota de mercado no es muy superior al 50%, por lo que el hecho de que la mayoría de las víctimas utilizaran este sistema operativo, mientras que el otro 50% de usuarios, aunque divididos en otras versiones, no se haya visto afectado, pone en duda la seguridad de este sistema operativo.

Además, no debemos olvidar que a Windows 7 le quedan menos de 3 años de vida, por lo que cuanto antes actualicemos antes evitaremos nuevos ataques informáticos o quedar expuestos una vez se acabe su ciclo de soporte extendido.

Solo el 0.03% de las víctimas de WannaCry utilizaba Windows 10

Windows 10 puede ser muchas cosas, y muchos usuarios lo critican duramente. Sin embargo, este sistema operativo cuenta ya con una cuota de mercado considerable, cada vez mayor, y, sin embargo, solo el 0.03 % de las víctimas de este ransomware (una de cada 33.333 aproximadamente) utilizaba este sistema operativo.

Ya lo hemos dicho en varias ocasiones, pero lo volvemos a repetir. Las amenazas informáticas han cambiado y cada vez son más complejas. Windows 10 cuenta con una serie de medidas de seguridad internas preparadas para hacer frente a estas amenazas y, junto a Windows Defender, este sistema operativo está protegido de prácticamente cualquier amenaza que podamos encontrar.

De todas formas, igual que todo, es responsabilidad del usuario tener una licencia original del sistema operativo y comprobar que Windows está actualizado correctamente con los últimos parches de seguridad ya que, de no ser así, por mucho Windows 10 que tengamos, lo más probable es que terminemos siendo una víctima más ante un ataque informático a gran escala como el sufrido hace poco más de una semana.

¿Crees que Windows 7 queda atrás en cuanto a seguridad?

 

Fuente: Costin Raiu | softzone