Por estas razones, la firma especializada en seguridad ha concluido que estas redes no protegidas como es debido, representan un serio riesgo para los datos personales almacenados en los dispositivos desde los que acceden de los usuarios que se conectan a ellas. Por todo ello hay que tener en cuenta, sobre todo por parte de los usuarios habituales de las redes WiFi públicas, que todo el tráfico transmitido a través de las mismas, donde se incluyen contraseñas,todo tipo de ficheros y documentos, mensajes personales, es decir, cualquier tipo de información que transmitamos por ellas, puede ser fácilmente interceptada por ciberdelincuentes.

En dicho estudio se han analizado más de 31 millones de redes WiFi públicas a lo largo de todo el mundo, cantidad más que suficiente para que podamos considerar los resultados recabados como muy fiables. Por lo tanto y en base a estos resultados, se recomienda que en caso de necesidad y si un usuario tiene que hacer uso de una WiFi de estas características en la que ni siquiera se necesita contraseña de acceso, eviten a toda costa realizar tareas on-line que se puedan considerar como de alto riesgo. Entre estas operaciones podemos incluir aquellas que requieren la introducción de datos personales, compras a través de la Red, operaciones de banca on-line, etc; ya que todos los datos que «expongamos» en estas WiFi podrían ser interceptados de manera sencilla por terceros, con los problemas y disgustos que esto puede acarrearnos.

Hay que tener en cuenta que aproximadamente un 25% de todas las redes WiFi del mundo son inseguras, ya que no tienen protección de cifrado ni contraseña. Además otro 3% de estas redes usa un algoritmo de cifrado WEP, algo que tampoco es considerado como del todo seguro, ya que se podrían hackear en cuestión de minutos con algunas herramientas que actualmente están disponibles de manera gratuita en la Red. Aquí también entrarían en juego los niveles de seguridad de las contraseñas asignadas a las redes WiFi públicas que dispongan de alguna, ya que muchas de ellas son bastante débiles e incluso expuestas a ojos de cualquiera, lo que también las convierte en peligrosas para los usuarios conectados.

Muchas de esta redes no seguras se encuentran en destinos mayormente turísticos, ya que son precisamente este tipo de usuarios, los viajeros, los más propensos a usarlas , por lo tanto las potenciales víctimas más «golosas» para recibir un ciberataque.

 

Fuente: Portaltic | adslzone