Unas semanas después de que anunciar que las HoloLens iban a estar disponibles para desarrolladores al precio de 3.000 dólares, Microsoft ha dado los detalles del hardware que equipan las HoloLens, en la conferencia Hot Chips de California.
A principios de año supimos más o menos cómo se integraban las diferentes partes de procesamiento. La unidad principal es la HPU, o Holographic Processing Unit (Unidad de procesamiento holográfico), destinada a la gran mayoría de tareas y a procesar la información de las cámaras y sensores de las gafas en tiempo real, de tal manera que la CPU y la GPU puedan encargarse de lanzar las aplicaciones y mostrar los hologramas.
Nick Bauer, ingeniero de dispositivos de Microsoft ha dado una conferencia en la que ha explicado qué contiene la HPU. El procesador principal de esa unidad está fabricado por TSMC en un proceso de 28 nanómetros. Tiene 65 millones de puertas lógicas y capacidad de gestionar un billón de cálculos por segundo.
Cuenta con 8 MB de SRAM, 24 núcleos DSP de Tensilica y 1 GB de RAM LPDDR3, el cual va aparte del GB de RAM que utiliza la CPU Atom que también equipa el dispositivo. En total, podemos decir que el dispositivo cuenta con dos procesadores y una tarjeta gráfica, lo cual está genial para ser un dispositivo tan pequeño.
La HPU consume tan sólo 10W cuando está siendo utilizada registrando el movimiento que hacemos cuando las llevamos puestas y registrando el entorno en el que tienen que ir mostrándose los hologramas. Con respecto a otras características que ya sabíamos, las gafas utilizarán Windows 10, un procesador Intel Atom x5-Z8100, 64 GB de almacenamiento interno, una cámara de fotografía de 2.4 MP y 1.1 MP de vídeo, y una batería de unos 1.500 mAh.
De momento, las HoloLens no tienen rival en el sector de la realidad aumentada. Si Microsoft se adapta bien al mercado y a las demandas de los usuarios, serán indiscutiblemente los líderes en este sector. Esperemos que sepan jugar bien sus cartas sepan explotar bien las ventajas de un producto de momento único, y que abre la puerta a nuevos usos en el ámbito empresarial, de la ciencia y de los videojuegos como ningún otro.
