Aptonomy ha desarrollado un dron que abre nuevas posibilidades en el ámbito de la seguridad. Este drone podría hacer que escaparse de una cárcel, o irrumpir en algún lugar de alta seguridad se convierta en algo imposible para los mortales. El ‘guarda de seguridad volador’, que es como ha sido bautizado, es un octocóptero basado en el DJI S-1000+, que cuenta con cámara y es utilizado frecuentemente por productores de cine para grabar escenas desde el aire.

Entre las modificaciones que Aptonomy ha hecho al drone, se encuentra un nuevo controlador de vuelo, un segundo ordenador encargado de controlar las cámaras, tanto la diurna como la de visión nocturna, o la adición de luces que permitan localizar al drone en el aire.

La adición más significativa y compleja que han realizado es una inteligencia artificial, que, junto a sistemas de navegación autónomo, permiten al dron volar rápido y a baja altura, calculando los obstáculos que encuentra a su alrededor, y puede localizar y perseguir a personas, e incluso distinguir caras. También, cuando detecta que la batería está baja, vuelve automáticamente a su zona de carga.

Un operario de seguridad puede acceder al drone desde una interfaz web, y enviar al drone a una localización particular para ver qué está ocurriendo en una zona determinada, o que grabe y acceder posteriormente a la grabación. Además, se puede utilizar conjuntamente con sensores de proximidad, de manera que, si se detecta movimiento, el drone irá rápidamente a esa zona para analizar lo ocurrido. En el caso de que se encuentre con alguien, también tiene altavoces para asustar al posible perpetrador, y persuadirle antes de tener que recurrir a métodos que puedan dañar su integridad física.

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Los creadores de este drone afirman que lo que les movió a crearlo fue que en la actualidad se utilizan los drones para cartografiar zonas, o para analizar presencia humana mediante cámaras térmicas, pero siempre lejos de la superficie, a una altura mínima de 30 metros debido a la complejidad de navegar en zonas urbanas de manera segura. Con este drone podrán vigilar zonas a ras de suelo.

De momento, este año ya tienen pedidos para utilizar este drone en plataformas petrolíferas, las cuales son difíciles de vigilar por humanos debido a su aislacionismo, pero que son también sujeto de ataque. Estos drones pueden ser controlados desde incluso miles de kilómetros de distancia, lo que los hace ideales para estas localizaciones. También esperan pedidos para centrales nucleares o cárceles.

 

Fuente: TechCrunch | adslzone